La parálisis puede ser consecuencia de diversos factores: mielopatía degenerativa, discos deslizantes en la espalda, discospondilitis, infección o inflamación en la columna vertebral, moquillo, meningomielitis, polimiositis, polineuritis, embolus, embolia aórtica, lesión o malformación de la columna vertebral, tumores, parálisis por mordedura de garrapata, fiebre de las montañas, botulismo, embolismo fibrocartilaginoso, hipotiroidismo o miastenia gravis.
Primero habría que tener claro cuál es la causa de la pérdida de movilidad para poder actuar. En este artículo trataremos el problema de forma genérica. Algunas razas son más propensas que otras a tener problemas de movilidad. Por ejemplo, razas con patas cortas y una espalda larga como la raza Basset hound y salchicha suelen verse afectados por la ruptura de los discos vertebrales que ejercen presión sobre la medula espinal, afección conocida como enfermedad del disco intervertebral. Algunas razas están más predispuestas genéticamente a padecer mielopatía degenerativa como: Corgi galés, Bóxer, Pastor alemán, perro perdiguero de la Bahía de Chesapeake y el Setter irlandés.