En caso de una enfermedad grave por insuficiencia respiratoria, el perro tendrá que ser hospitalizado para cuidados intensivos y apoyo de enfermería. La parálisis respiratoria es una emergencia y necesita un suplemento de oxígeno o alguna otra forma de ventilación artificial para que el perro respire. Si el perro estuviera deshidratado, se administrarán líquidos por vía intravenosa, junto con medicamentos que se pueden usar para contrarrestar los efectos de las toxinas en el sistema nervioso y para relajar los músculos lo suficiente como para que el perro pueda respirar.
En paralelo, se deben eliminar con cuidado las garrapatas para no dejar ninguna trozo pegado en la piel. Después es importante bañar al perro con insecticida para matar cualquier garrapata que haya podido quedar escondida en los pliegues de la piel. Muchas veces sólo con esto el perro mejora al instante porque deja de asimilar toxinas de las garrapatas. Normalmente en 24 o 48 horas ya debería apreciarse la mejoría.
Para una mejor recuperación, hay que mantener al perro en un ambiente tranquilo y fresco. La neurotoxina es sensible a la temperatura. La actividad física también debe evitarse temporalmente. El veterinario recetará los complementos alimenticios que deban administrarse y revisará cómo alimentarlo puesto que muchos perros sufren vómitos y pérdida de apetito.