Botulismo en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

El botulismo es una enfermedad rara causada por la ingestión de carne cruda o animales muertos infectados con la neurotoxina Clostridium botulinum tipo C. Esta toxina provoca la parálisis desde una hora después de la ingesta hasta los 6 días después. 

Normalmente los perros se recuperan bien pero la enfermedad puede ser mortal para perros que presenten problemas de salud previos. El mayor riesgo es para perros que presenten problemas respiratorios ya que en casos graves puede paralizar la capacidad respiratoria del animal y matarlo.


Síntomas

Debilidad partiendo de las patas traseras y ascendiendo al tronco, patas delanteras y el cuello pudiendo llegar a la parálisis de las cuatro extremidades (que normalmente ocurre dentro de 12 a 24 horas del inicio).

Causas

La ingesta de carne en mal estado con la neurotoxina Clostridium botulinum.

Diagnóstico

El veterinario preguntará sobre síntomas detectados los últimos días y el historial veterinario. También realizará un chequeo con perfil sanguíneo químico, un recuento sanguíneo completo y un análisis de orina.

Es determinante la detección de la toxina botulínica en la sangre, en las heces o en el vómito.

El veterinario también puede pedir radiografías del tórax para ver cómo está afectando a los pulmones ya que la toxina puede provocar parálisis de los músculos respiratorios.

Tratamiento

El tratamiento variará según la afectación que presente el perro. Si es leve, el perro será hospitalizado temporalmente y se aplicará un catéter urinario y alimentación intravenosa. Si es grave y el perro tiene problemas respiratorios, entonces será necesario ingresarlo en la UCI y monitorizar su evolución hasta que mejore. Habrá que conectarle un respirador para ayudarle a respirar y suplir la parálisis de los músculos respiratorios y alimentarle con sonda.

Se administrará siempre una antitoxina de tipo C para atacar la toxina botulínica y evitar la progresión de la parálisis.

En este caso es mucho mejor prevenir que curar porque puede complicarse mucho y el tratamiento suele ir de entre una a tres semanas. Sin embargo, la prevención es tan fácil como no dejar que el perro coma carne cruda en mal estado.