Inflamación de la vesícula biliar y el conducto biliar en perros
Urgencia: Atención inmediata
Pronóstico: Reservado

La vesícula biliar está encargada de almacenar la bilis, que es un líquido fundamental para que el estómago y los intestinos digieran los alimentos. El hígado es el órgano que genera la bilis y esta llega a la vesícula biliar y al intestino delgado a través de un conducto. Para funcionar correctamente, este sistema necesita funcionar en armonia. Si uno solo de sus componentes no funciona bien, la mayoría del cuerpo sufrirá las consecuencias. 

La vesícula biliar puede inflamarse por cálculos biliares, por obstrucción o por inflamación del conducto biliar. También por inflamación del hígado. En casos muy graves se llega a la ruptura de la vesícula biliar, seguida de la inflamación de la vía biliar. Esta enfermedad se llama peritonitis biliar. Será necesaria entonces una actuación conjunta de cirugía y fármacos. 

Los perros de edad madura o mayores tienen mayor propensión a esta enfermedad así como aquellos que tienen hígados agrandados, que pueden llegar a desarrollar cáncer de la vesícula biliar

Síntomas

Pérdida de apetito, letargo, vómitos, dolor abdominal, masa abdominal palpable, fiebre y ojos y encías amarillentas. Puede entrar en shock por la reducción del volumen de sangre y presentar respiración anormal, temperatura corporal anormalmente baja, encías pálidas o grises y pulso débil pero rápido debido a la infección.

Causas

Existen varias causas

  • Funcionamiento anormal de los músculos de la vesícula biliar, lo que conduce a que el flujo biliar se deteriore, 
  • Menor aporte de sangre a la pared de la vesícula biliar, lo cual debe corregirse
  • Los propios irritantes que contiene la bilis pueden producir que el conducto biliar sea extremadamente sensible y reaccione ante la irritación. 
  • Cirugía abdominal previa o trauma en el abdomen que afecten al hígado 
  • Infecciones bacterianas. Aunque la E.coli  (Escherichia coli) forma parte de la flora bacteriana en el intestino puede que provenga de una cepa dañina. La consiguiente colecistitis enfisematosa es una inflamación de la vesícula biliar complicada y aguda caracterizada  por la presencia de gas en la pared de la vesícula biliar. Está asociada con la  diabetes mellitus. De todas formas, es una condición bastante rara. 
  • Otras causas posibles son el desarrollo anormal de la vesícula biliar y los parásitos del conducto biliar (coccidiosis biliar).
Diagnóstico

Mediante imágenes de ultrasonido y rayos X se podrá observar claramente el abdomen y localizar problemas concretos. Además se realizarán análisis de sangre y orina. 

Se estudiarán  otras enfermedades como pancreatitis, peritonitis biliar, afección del tracto biliar por gastroenteritis, existencia de piedras en la vesícula biliar, destrucción celular o abscesos en hígado, envenenamiento, acumulación de bilis engrosada en la vesícula, metástasis cancerosa y colangiohepatitis (inflamación del sistema que transporta la bilis y el tejido hepático circundante). 

Tratamiento

Existen antibióticos y medicamentos que pueden disolver los cálculos biliares, pero solo son efectivos en casos leves.

Muchas veces es necesaria la cirugía. Previamente a la intervención, se han de restaurar los equilibrios de líquidos y electrolitos. El veterinario puede decidir  recetar los siguientes medicamentos: antibióticos preoperatorios, medicamentos para disolver cálculos biliares y vitamina K1

En el proceso quirúrgico se procederá a la refección de la vesícula biliar. El veterinario estará atento a la disminución de la presión arterial.

Pueden ser necesarias una transfusión de sangre completa si el perro tiene tendencias hemorragias o si ha perdido mucha sangre,  la introducción de líquidos por vía intravenosa y la transfusión de plasma. 

El veterinario determinará las pruebas de control y exámenes físicos una o dos veces al mes hasta que los resultados sean normales. 

Cabe la posibilidad de que la enfermedad vuelva o se presenten complicaciones. Mucho cuidado con la actividad del perro durante la curación porque una ruptura del tracto biliar puede provocar retrasos en su recuperación