Cálculos biliares en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Bueno

Los cálculos en la vesícula biliar de un perro pueden ser de tres clases: de colesterol puro, mixtos (colesterol mezclado con ácidos biliares, pigmentos, calcio y proteínas) y pigmentados (compuestos de bilirrubinato cálcico). La afección médica que resulta de la formación de dichos cálculos se denomina colelitiasis. 

A diferencia de lo que ocurre en los humanos, es una afección rara pero los Schnauzers miniatura, Caniches y Shetland Sheepdogs pueden estar más predispuestos. 

Síntomas

Puede no mostrar síntomas pero si hay infección el perro puede tener Vómitos, dolor abdominal, ictericia y fiebre.

Causas

Se pueden considerar varias causas, por un lado un fallo en la función de la vesícula biliar puede interrumpir el flujo de la bilis, o la bilis puede formar lodo. Por otra parte, la bilis puede estar saturada en exceso con pigmento, calcio o colesterol. 

Asimismo, la formación de cálculos puede estar causada por inflamación, una infección, un tumor o el desprendimiento de células. Las piedras pueden provocar inflamación y permitir la invasión de bacterias.

Por último, la baja cantidad de proteínas también puede conducir a la formación de cálculos en la vesícula biliar.

Diagnóstico

El veterinario debe confirmar o descartar enfermedades del hígado, pancreatitis, inflamación del conducto o la vesícula biliar o una vesícula biliar distendida por una acumulación de moco. 

Para detectar infección bacteriana, se realizará un conteo sanguíneo completo. 

Las piedras en los conductos biliares o la vesícula biliar pueden ser visibles en una radiografía, o pueden no ser visibles, así será necesario utilizar técnicas de ultrasonido para realizar un examen visual interno. 

Por otra parte la ecografía si puede detectar cálculos biliares y además anomalías en la vesícula como paredes gruesas o un tracto biliar de gran tamaño. También es importante recoger algunas muestras para cultivo. 

A menos que haya síntomas serios, no se recomienda la cirugía para cálculos biliares y en todo caso será necesario examinar el hígado de forma muy rigurosa. 

Tratamiento

Si el perro no parece estar muy grave, es posible que se intente disolver las piedras con medicación aunque no es un tratamiento que genere consenso. En cualquier caso, el perro deberá ser hospitalizado hasta que se estabilice si se indica tratamiento intravenoso. 

La medicación apropiada dependerá de los síntomas: 

  • Vitamina K1 si el perro  tiene ictericia. 
  • Vitamina E si se diagnostican enzimas hepáticas altas o inflamación en el hígado y el conducto biliar.  
  • S-adenosilmetionina (SAMe) para mejorar la función hepática y la producción de bilis. 
  • Los antibióticos también pueden justificarse para tratar infecciones, complicaciones por bacterias o para prevenir una infección cuando se necesita usar una intervención externa por ejemplo, cirugía. 


En algunos casos, la aparición de cálculos biliares en el perro es crónica, incluso si se han extraído alguna vez dichos cálculos mediante cirugía. 

El veterinario suele prescribir una dieta alta en grasas y proteínas que es aconsejable mantener a largo plazo. 

En el caso de que haya sido necesaria la intervención quirúrgica, el perro necesita exámenes físicos y pruebas una o dos veces al mes, durante el tiempo que el veterinario decida. Además, se realizarán exámenes de ultrasonidos para evaluar el buen funcionamiento de los sistemas hepático y biliar. 

El dueño del perro debe vigilar cualquier síntoma repentino como aparición de fiebre o debilidad ya que puede indicar que el sistema biliar no funciona adecuadamente.