El principal síntoma es la opacidad de la córnea homogénea o con manchas. Los perros también presentan dolor, rascado excesivo y pérdida de visión. La córnea parece áspera y los perros pueden muestrar afecciones oculares asociadas.
La degeneración de la córnea es un trastorno que provoca la pérdida de la transparencia de la córneas. Y las infiltraciones corneales son una acumulación de sustancias en la córnea que también afectan a la transparencia de la córnea. La córnea es una cubierta transparente que cubre el iris o parte frontal coloreada del ojo mientras que la conjuntiva recubre la esclera o parte blanca del ojo.
Si bien no es un trastorno hereditario, afecta principalmente a los Schnauzer miniatura.
El principal síntoma es la opacidad de la córnea homogénea o con manchas. Los perros también presentan dolor, rascado excesivo y pérdida de visión. La córnea parece áspera y los perros pueden muestrar afecciones oculares asociadas.
La degeneración de la córnea puede estar causada por:
El veterinario cubrirá los ojos del perro con un tinte de fluoresceína, tinte color naranja para evidenciar cualquier daño en la córnea con una luz azul. El examen de tinción podrá revelar úlceras corneales con distintos niveles de hinchazón coloreados de azul o gris, que variará según la gravedad. La ulceración puede estar asociada con el deterioro de la enfermedad y pérdida de la visión.
En caso de no evidenciarse ninguna anomalía con la tinción con fluoresceína, el veterinario examinará si hay indicios de debilidad corneal, donde la córnea tendrá un aspecto de gris a blanco, con márgenes distintos.
El veterinario también realizará analíticas de sangre para detectar enfermedades sistémicas e infecciones que puedan provocar esta condición.
Los depósitos de grasa y calcio podrán tratarse mediante un raspado corneal vigoroso o un retoque superficial de una parte de la córnea por cirugía de queratectomía. En casos de infección, el veterinario podría recetar antibióticos, antivirales o antifúngicos tópicos. También podría ir bien una tanda de antiinflamatorios para rebajar el dolor. Y también suele ser útil la aplicación de lubricantes oculares para proteger la córnea.
En caso de que la mascota presente una afección primaria, deberá controlarse la enfermedad de acuerdo con el diagnóstico y tratamiento indicado por el veterinario. Si se diagnostica hiperlipoproteinemia, se aconsejará una dieta baja en grasa para ralentizar el progreso de la enfermedad. Las mascotas con esta afección requieren del control periódico del colesterol y triglicéridos