Aumento de sed y de frecuencia de orina, ceguera, sangrado de nariz, debilidad generalizada, letargo, falta de apetito, pérdida de peso, cojera, infecciones recurrentes, convulsiones y pérdida de memoria.
La Gammapatía monoclonal es el término médico que describe la producción anormal de la proteína monoclonal o componentes M de la sangre. En general, es un signo de un tumor secretor de inmunoglobulinas (anticuerpos). En consecuencia, este cáncer debilita la estructura del hueso e igualmente puede provocar hiperviscosidad de la sangre.
Esta condición ocurre con mayor frecuencia en perros de mediana edad o mayores.
Aumento de sed y de frecuencia de orina, ceguera, sangrado de nariz, debilidad generalizada, letargo, falta de apetito, pérdida de peso, cojera, infecciones recurrentes, convulsiones y pérdida de memoria.
La causa más habitual del exceso de proteínas monoclonales es el mieloma. Sin embargo, también puede estar causado por otros tipos de cáncer asociados con la producción de inmunoglobulinas, por infecciones virales que provoquen un exceso de producción de anticuerpos, por respuesta autoinmune crónica, por la amiloidosis o por una predisposición heredada.
El veterinario preguntará por el historial médico y los síntomas detectados. Normalmente realizará un perfil químico de sangre, un hemograma completo y un análisis de orina para conocer el estado general de salud del perro. Los resultados de estos exámenes podrán revelar un recuento bajo de glóbulos rojos (anemia), niveles anormalmente altos de proteínas, concentraciones elevadas de calcio (hipercalcemia), niveles altos de urea y creatinina en sangre. Y en el análisis de orina, en caso de afección, se podrían detectar proteínas de Bence Jones.
Las radiografías servirán para evaluar la condición de los huesos y observar posibles tumores. Podrá ser necesaria la biopsia de la medula espinal y de los ganglios linfáticos para identificar el tipo de células cancerosas o agentes virales que están atacando el cuerpo.
Los perros con síntomas importantes recibirán atención hospitalaria, que incluyen terapia de líquidos o transfusiones de sangre si los niveles de paraproteínas son elevados. El tratamiento puede incluir quimioterapia o radioterapia si la condición viene causada por un tumor. Asimismo, se le administrará antibióticos para tratar infecciones subyacentes, en caso de estar presentes.
El pronóstico de perros con Gammapatía monoclonal dependerá del diagnóstico y lo avanzado que esté la condición. Las formas benignas son raras en perros pero, si la afección no causa problemas clínicos, el perro podrá vivir durante muchos años. Desafortunadamente, tras la quimioterapia, el cáncer puede permanecer en remisión durante varios meses y eventualmente regresar.