Debilidad, fiebre, dificultad para respirar y parálisis parcial. Encías y otros tejidos húmedos del cuerpo pálidos.
Los síntomas pueden variar en función de la ubicación y el alcance de la enfermedad. En algunos casos presentará:
- Dolor, debilidad ósea y cojera.
- Aumento de la sed y de la orina, incontinencia urinaria y disfunción renal.
- Inflamación de los ojos, glaucoma y desprendimiento de retina.
- Sangrado excesivo en pinchazos y hemorragias.
- Hígado y bazo agrandados.