El hifema es una urgencia veterinaria y hay que acudir rápidamente al veterinario. Lo más normal es que el veterinario trate de estabilizar el problema para remitir después el caso a un oftalmólogo especialista.
Lo primero será contener la inflamación y después tratar las causas subyacentes que provoquen la hemorragia.
Para el tratamiento el veterinario recetará:
- Analgésicos cuando el gato sufra dolor
- Gotas antiinflamatorias para curar la inflamación que provoca el sangrado
- Fármacos para la dilatación de la pupila
- Reposo del animal
Lo habitual es que la sangre del hifema vaya drenando y el ojo se recupere. Sin embargo, en ocasiones surgen complicaciones que pueden derivar en desprendimientos de retina, cataratas o ceguera en los casos más graves.