Excesivo sangrado, hematomas, petequias, hinchazón articular y letargo.
Las trombocitopatías suelen surgir por el funcionamiento anormal de las plaquetas: cuando las plaquetas no cumplen con las características de activación, adhesión y agregación. Sin estas propiedades, las plaquetas no conseguirán sellar las heridas.
Los trastornos de coagulación normalmente se detectan rápidamente. Se diagnostican normalmente con los primeros rasguños del cachorro o la pérdida de los dientes de leche.
Las trombocitopatías pueden ser adquiridas o hereditarias. Entre los trastornos de coagulación distinguimos:
Excesivo sangrado, hematomas, petequias, hinchazón articular y letargo.
La hereditaria suele ser consecuencia de la enfermedad de Von Willerbrand. Y cuando es adquirida puede tener múltiples causas: principalmente como consecuencia de algunos medicamentos, por enfermedades renales, por tumores, por enfermedades hepáticas o por enfermedades parasitarias.
El veterinario primero preguntará por los síntomas detectados y realizará una analítica completa de sangre. Si el sangrado ha sido severo, el veterinario detectará una posible anemia con el análisis de sangre.
Si sospechara de problemas de coagulación, el veterinario encargará una prueba de coagulación en el Laboratorio.
Si no se detectara la causa, el veterinario puede pedir una sencilla prueba de ADN para saber si los problemas son consecuencia de una enfermedad hereditaria.
Si es una enfermedad adquirida, el veterinario tratará las causas con medicamentos. Y si es hereditaria tratará de aconsejar sobre como convivir con ella. Es una enfermedad grave pero si se vigila y se evitan cortes y traumas el perro debería poder tener una buena calidad de vida.
Si el veterinario detectara anemia como consecuencia de los problemas de coagulación, entonces realizará una transfusión de sangre y de plaquetas.