Existen múltiples factores que pueden desencadenar la hipersalivación en gatos. La condición puede ser congénita o adquirida.
Entre las causas del ptialismo adquirido encontramos: enfermedades orales y faríngeas, gingivitis o estomatitis
, infecciones virales de las vías respiratorias superiores, tumores, enfermedades inmunomediadas, abscesos, enfermedades del riñón, ingestión de toxinas, trastornos neurológicos, trastorno esofágicos o gastrointestinales, reflujos, esofagitis, enfermedades de las glándulas salivales, hernia de hiato, megaesófago,
distensión gástrica, desórdenes metabólicos, uremia, rabia, tétano,
dificultades para tragar, náuseas asociadas con la enfermedad vestibular y el veneno animal.
Sin embargo, cuando aparece en gatos jóvenes suele ser un problema congénito.