Infección por Tétanos en perros
Urgencia: Atención inmediata
Pronóstico: Reservado

El tétano es una enfermedad ocasional producto de una infección con la bacteria Clostridium tetani. La bacteria se encuentra en suelos y entornos con poco oxígeno y materia en descomposición. Cuando entra en el cuerpo por lesiones, cirugías, quemaduras, congelaciones o fracturas, la bacteria libera una potente toxina que afecta las células nerviosas, ocasionando espasmos musculares y rigidez en las extremidades.

Síntomas

Fiebre, estreñimiento, dolor al orinar, dificultad para comer y exceso de babeo. Los perros también presentan postura anormal, espasmos, mayor sensibilidad a los estímulos, rigidez progresiva de los músculos del cuerpo: cola rígida y dura, orejas erectas y rígidas, dificultad para abrir la boca y hasta dificultad para respirar que puede provocar la muerte.

Los síntomas pueden aparecer después de que las esporas hayan ingresado en la herida. Los músculos alrededor de la herida suelen ser los primeros en verse afectados. Los síntomas pueden desaparecer espontáneamente si la infección permanece localizada en el área en que ingresó, mientras que si puede acceder al sistema nervioso entonces los síntomas pueden escalar a una enfermedad generalizada.

Causas

Heridas desatendidas o mal curadas son la mayor causa de contaminación.

Diagnóstico

Se realizará un examen físico completo de la mascota junto con pruebas de laboratorio de rutina que incluirán un hemograma completo y un perfil bioquímico para ver si existen concentraciones altas de la enzima creatina fosfocinasa y también un análisis de orina para verificar el aumento de mioglobina en la orina. 

De todas formas, lo más importante es el examen físico del veterinario. Deberá tomar muestras de tejido de las heridas y líquido para enviar al Laboratorio para un cultivo bacteriano. Con los resultados del cultivo, el veterinario podrá confirmar el diagnóstico.  

Tratamiento

El tratamiento dependerá de la gravedad de la infección. En un estado avanzado, el perro tendrá que ser hospitalizado, por lo menos 3 o 4 semanas dado que requiere de atención y cuidado constante. Si no puede alimentarse por sí mismo, se le colocará un tubo de alimentación directamente al estómago así como también líquidos intravenosos para prevenir la deshidratación y no forzar al perro durante este periodo. Si el perro estuviera grave, también podría necesitar oxigenoterapia.

Durante la hospitalización, el perro se mantendrá sedado, en ambientes de poca luz y poco ruido. Se administrarán antibióticos orales o intravenosos para eliminar la bacteria. El veterinario también administrará rápidamente una antitoxina tetánica para neutralizar la toxina que afecta a los nervios. También puede recetar relajantes musculares para controlar los espasmos.

Fuera del peligro, necesitará de cuidados de enfermería en casa. El veterinario te informará cómo proceder. Cada pocas horas, deberás cambiar la posición de reposo para prevenir las úlceras. Es muy importante mantener limpia la herida, administrar a tiempo los analgésicos para aliviar el dolor y colocar al perro en un lugar de la casa donde pueda descansar cómodamente y en silencio. 

La vacunación suele ser recomendable porque si la enfermedad se detecta tarde puede tener un mal pronóstico.