Fiebre, estreñimiento, dolor al orinar, dificultad para comer y exceso de babeo. Los perros también presentan postura anormal, espasmos, mayor sensibilidad a los estímulos, rigidez progresiva de los músculos del cuerpo: cola rígida y dura, orejas erectas y rígidas, dificultad para abrir la boca y hasta dificultad para respirar que puede provocar la muerte.
Los síntomas pueden aparecer después de que las esporas hayan ingresado en la herida. Los músculos alrededor de la herida suelen ser los primeros en verse afectados. Los síntomas pueden desaparecer espontáneamente si la infección permanece localizada en el área en que ingresó, mientras que si puede acceder al sistema nervioso entonces los síntomas pueden escalar a una enfermedad generalizada.