Estenosis esofágica: estrechamiento del esófago en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La estenosis esofágica es un estrechamiento anormal del espacio interior del esófago, órgano tubular que va desde la garganta hasta el estómago. La dolencia puede afectar a perros de cualquier edad y no hay un factor genético aparente involucrado.

Síntomas

Dificultad para tragar, pérdida de apetito, pérdida de peso, regurgitación, tos, sibilancias (sonidos anormales en los pulmones) y producción excesiva de saliva. Con el tiempo puede llevar a una severa atrofia muscular y a la neumonía por aspiración pulmonar.

Causas

La causa más común es el reflujo gastroesofágico durante una anestesia. Otras causas también la cirugía esofágica, la ingestión de sustancias químicas irritantes, la retención esofágica de píldoras y cápsulas, los vómitos persistentes, el cáncer o el granuloma conocido como lesión de masa (bultos que aparecen como consecuencia de una hiperreacción del sistema inmunitario).

Diagnóstico

El veterinario preguntará por el historial clínico del perro y por la aparición y naturaleza de los síntomas, así como cualquier posible incidente que pueda haber precedido esta condición. 

Si el perro acaba de ser destetado, una anomalía llamada anomalía del anillo vascular, puede ser el problema. Un estudio avanzado de radiografía llamado radiografía con contraste de bario puede revelar cambios en el esófago debido a la inflamación. En estas radiografías se administra por vía oral una dosis de sulfato de bario y las partículas suspendidas en el canal esofágico facilitan la observación del revestimiento del tejido del esófago. 

La endoscopia también es útil para el diagnóstico porque permite examinar visualmente el esófago y detectar masas y tumores.

Tratamiento

Inicialmente,el perro necesitará ser hospitalizado para recibir líquidos y cuidados especiales. Si presenta neumonía por aspiración y/o inflamación del esófago, es posible que deba permanecer bajo observación durante más tiempo dado que se le deberá administrar oxígeno. Los pacientes que tienen inflamación severa del esófago no podrán recibir alimentos por la boca, de manera que se colocará un tubo de alimentación temporal en el momento de la dilatación esofágica como un medio para proporcionar apoyo nutricional continuo. Cuando el perro pueda recibir alimentación oral, deberá proporcionar alimentos blandos y líquidos que se digieran fácilmente. 

La radiografía con contraste de bario podrá repetirse cada dos a cuatro semanas hasta que los signos clínicos hayan disminuido y se haya alcanzado el tamaño adecuado del espacio interior del esófago. Además, el veterinario permanecerá atento a los síntomas de neumonía por aspiración debido a alimentos, líquidos u objetos que se introducen en los pulmones, ya que el riesgo sigue siendo alto.