Cáncer de nariz en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

Los tumores en la nariz de los perros no son muy usuales pero es importante detectarlos a tiempo para evitar que se expandan a otras zonas como el cerebro que podrían complicar la solución. Según las células de la nariz afectadas, podemos distinguir los siguientes tipos de tumores:


Síntomas

Los síntomas más usuales son la nariz y la piel hinchada, los estornudos, la secreción nasal, la dificultad para respirar y los ojos llorosos. Estos síntomas que pueden confundirse con infecciones nasales, también pueden ir acompañados de dolor de nariz, rascado excesivo de hocico, movimientos anormales, ojos y nariz hinchada, deformidad facial, sangrado nasal, mal aliento, ojos con pus, pérdida de apetito, pérdida de peso, costras y lesiones en la piel y hasta temblores o convulsiones.

Causas

Las causas son desconocidas aunque se han identificado factores de riesgo como los genéticos, las infecciones crónicas y la exposición ambiental a irritantes (humo, polvo,...)

Diagnóstico

El veterinario primero descartara que el problema de nariz venga por infecciones bacterianas, virales o fúngicas que son más habituales. Para ello el veterinario primero preguntará por la aparición de los primeros síntomas y realizará las analíticas estándar de sangre y de orina para conocer el estado general de salud del perro.

Para el diagnóstico, si el veterinario sospechara de un posible tumor, las pruebas de imagen serán básicas y servirán para revisar el tamaño del tumor, el avance y la posible propagación. El veterinario podrá visualizar las masas con radiografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas. También es muy útil una rinoscopia con un endoscopio para el diagnóstico.

Finalmente, el veterinario realizará una biopsia para tener todos los datos sobre el tumor nasal.



Tratamiento

El tratamiento dependerá de la extensión del tumor. Si estuviera localizado y la zona fuera operable, el veterinario recurriría a la cirugía para extirpar el tumor. Sin embargo, como la zona es complicada, muchas veces el veterinario tiene que utilizar la radioterapia o en casos de metástasis o poca respuesta a la radio, el veterinario utilizaría entonces la quimioterapia.

Si no se trata la enfermedad, la progresión del tumor llevaría a complicaciones graves para la vida del perro.