Los signos más comunes de ojos rojos en los perros son enrojecimiento e inflamación que afectan uno o ambos ojos.

Existen múltiples factores que pueden provocar enrojecimiento de los ojos, como la inflamación del párpado, la córnea, la esclerótica, la conjuntiva, el cuerpo ciliar o el iris. Además de las anteriores inflamaciones, también pueden provocar un ojo rojo el glaucoma, la enfermedad orbital o las hemorragias en la parte frontal del ojo y dentro del ojo.

El veterinario realizará un examen físico completo y ordenará pruebas de sangre que incluyan un perfil químico sanguíneo, conteo sanguíneo completo, análisis de orina y panel de electrolitos. A menudo, el ojo rojo es un síntoma visible de una enfermedad subyacente a veces, de naturaleza grave. 

Los rayos X, las imágenes de ultrasonido de ojo y la tonometría (medición de la presión del ojo), son herramientas eficaces para el diagnóstico eficaz de la inflamación del ojo. Otras pruebas opcionales incluyen un examen citológico de las células del parpado, la conjuntiva y la córnea cuando el ojo rojo es recurrente para descartar infecciones bacterianas. 

También puede ser recomendable una prueba de lágrima de schirmer para asegurar que la producción de lágrimas sea la adecuada o la tinción con fluoresceína de la córnea para detectar ulceraciones u objetos extraños en el ojo. 

Por lo general, la mascota recibirá tratamiento ambulatorio y, si es necesario, se le colocará un collar isabelino para evitar que se lesione el ojo. En caso de presentar úlceras corneales profundas o si se diagnostica glaucoma, el tratamiento quirúrgico será la mejor opción para corregir el trastorno ocular. 

Mantén a tu mascota en un ambiente limpio y seguro en donde no pueda dañar su ojo. Programa citas de seguimiento para evaluar el progreso del daño ocular.