Hipercoagulabilidad: excesiva coagulación de la sangre en perros
Urgencia: Atención inmediata
Pronóstico: Reservado

La hipercoagulabilidad es un síndrome en el que la sangre coagula de manera anormal: más rápido de lo habitual. Es una situación peligrosa porque cuando hay demasiadas plaquetas activas responsables de la coagulación de la sangre, el resultado final es un episodio de trombosis, donde los coágulos quedarán atrapados en las arterias, venas o en el corazón. 

Por lo general, la hipercoagulabilidad es secundaria a una enfermedad subyacente.

Síntomas

Dificultades respiratorias graves que aparecen repentinamente, respiración acelerada, falta de energía y fiebre. Un coágulo de sangre que bloquea la arteria aorta, la principal arteria del corazón causará debilidad o parálisis repentina, dolor en las extremidades, pulso débil en las arterias del interior del muslo, extremidades frías o uñas de color azul-violeta.

Causas

Deficiencias en antitrombina (molécula que desactiva varias encimas de la coagulación y previene la coagulación en arterias y venas), disminución en la eliminación de los factores de coagulación y fibrinólisis defectuosa (proceso que disuelve la fibrina, subproducto de la coagulación) constituyen el inicio de la hipercoagulabilidad. 

Otras causas son nefropatía con pérdida de proteínas, anemia hemolítica inmunomediada, coagulopatía intravascular diseminada, inflamación del páncreas, infección con Dirofilaria (parásitos), glándulas tiroides con bajo funcionamiento y cáncer. 

Diagnóstico

Los exámenes de rutina incluyen un perfil químico sanguíneo, recuento sanguíneo completo y análisis de orina. Asimismo, se ordenarán pruebas de tiempo de tromboplastina parcial activada para medir la rapidez con que se coagula la sangre de su perro. 

El ultrasonido abdominal es útil pata examinar el cuerpo en busca de un bloqueo de la arteria aórtica. La radiografía de tórax permitirá visualizar anormalidades en los pulmones y, también, el ecocardiograma se puede utilizar para diagnosticar coágulos sanguíneos en el corazón y para detectar presión arterial alta. 

Exámenes especiales como la angiografía y la gammagrafía de perfusión nuclear permitirán confirmar de forma no invasiva los coágulos sanguíneos en los pulmones. 

Tratamiento

Su perro podrá requerir atención hospitalaria hasta que se estabilice. Se le administrará anticoagulantes y terapia de fluidos. En caso de presentar coágulos en arterias o pulmones, se le suministrará oxígeno en jaula. 

El veterinario es el único que decidirá cuándo y por cuanto tiempo debe administrar los medicamentos anticoagulantes basándose en el tiempo que tarda la sangre del perro en coagularse después del tratamiento. 

Si la enfermedad subyacente que causa hipercoagulabilidad no se puede resolver, es posible que ocurran episodios de coagulación posteriores. 

Después del alta hospitalaria, deberá asistir al veterinario dos veces por semana para controlar los tiempos de coagulación o tiempos de protrombina. Seguido a esto, su veterinario querrá evaluar la evolución del trastorno de coagulación varias semanas, hasta que esté seguro de que la afección se ha resuelto. Posteriormente, solo se requerirá de chequeo cada pocos meses.