Hepatomegalia en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La hepatomegalia es el término usado para describir un hígado anormalmente agrandado y puede ocasionarse por enfermedades y afecciones que estén directa o indirectamente relacionado con la función del hígado. 

Los gatitos normalmente tienen hígados más grandes en relación con su masa corporal real, en comparación con los gatos adultos. Sin embargo, la hepatomegalia se diagnostica más comúnmente en gatos mayores. Dependiendo de la causa subyacente, el agrandamiento puede afectar a todo el hígado o sólo a una parte del mismo. Por ejemplo, las infecciones y/o la inflamación pueden conducir a un agrandamiento simétrico generalizado del hígado, mientras que los tumores, las hemorragias, los quistes o la rotación del lóbulo del hígado pueden conducir a un agrandamiento asimétrico o focal. Es decir, sólo una parte del hígado puede estar agrandada.

Síntomas

Los síntomas pueden variar dependiendo de la causa. El agrandamiento del abdomen es el síntoma más comúnmente observado. Al examinarlo, el veterinario encontrará un hígado agrandado o una masa palpable en el área abdominal. La masa suele observarse detrás de la caja torácica e incluso puede ser visible a simple vista. Sin embargo, en los animales obesos es difícil detectar un hígado agrandado en el examen físico.

Causas

Acumulación extra de sangre cerca del hígado, hepatitis, cirrosis, obstrucción en el flujo de sangre que pasa por el hígado, enfermedad cardiaca, neoplasia hepática, enfermedad del gusano del corazón, rotación del lóbulo hepático alrededor de su eje, hernia diafragmática, deposición anormal de metabolitos intrahepáticos, hígado graso, tumor pancreático, absceso hepático, quiste hepático o intoxicación por drogas son solo algunas de las causas de la hepatomegalia en gatos.

Diagnóstico

Deberá proporcionar un historial completo de la salud de su gato, incluido un historial de síntomas y la naturaleza de los mismos. El veterinario ordenará un hemograma completo, un análisis de orina y un perfil químico de sangre donde se evidenciará niveles anormalmente altos de enzimas hepáticas y un nivel alto de colesterol.

Las radiografías abdominales pueden mostrar un hígado agrandado con márgenes redondeados, o un estómago y riñones desplazados. Las radiografías de tórax pueden ayudar a determinar cualquier metástasis de un tumor en la cavidad torácica, y también mostrarán enfermedades relacionadas con el corazón y los pulmones. La ecografía abdominal se puede usar para ver más detalles en la cavidad abdominal, revelando cambios en el tamaño del hígado y el contorno de la superficie, así como la presencia de una enfermedad concurrente.

Si se observan o se sospecha de la existencia de tumores, el veterinario querrá tomar una muestra de tejido hepático para confirmar su naturaleza benigna o maligna, pero incluso sin un tumor presente, una muestra de tejido puede ser útil para determinar la causa, la gravedad y el estadio de la enfermedad hepática.

Tratamiento

Dependerá principalmente de la causa subyacente. En caso de compromiso cardiaco o una enfermedad hepática avanzada, su gato podrá ser hospitalizado. En caso de haber infección, se recetarán antibióticos de amplio espectro. La intervención quirúrgica será necesaria en caso de tumor, absceso o quiste. 

El pronóstico es variable y depende de la causa subyacente y la duración de la enfermedad. Algunas causas son menos graves, mientras que otras son potencialmente mortales. Se requiere de dietas especiales altas en proteínas y bajas en sal. Además, su mascota debe estar en reposo absoluto, mientras se le administra vitaminas y medicamentos según sea necesario.