Epífora ocular: ojos llorosos en perros
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Bueno

La epífora es un trastorno que causa un desbordamiento anormal de las lágrimas en el ojo. Esta afección se observa con mayor frecuencia en Shar Peis chinos, Pugs, Mastines, Caniches, Labrador retriever y Chows Chows.

Síntomas

Inflamación, enrojecimiento e irritación del ojo. Desbordamiento de lágrimas y descarga. Presenta úlceras en la córnea y estrabismo. La piel alrededor del ojo está suelta o caída.

Causas

La causa puede ser congénita o debido a una enfermedad subyacente. 

Suele ser congénita en las razas más propensas a sufrir de ectropión (párpado hacia dentro del ojo) o distiquiasis (pestañas hacia el interior del ojo) porque producen una sobreproducción de lágrimas. También puede ser congénito el bloqueo del sistema de drenaje nasolagrimal por la falta de aberturas normales en los párpados hacia el sistema de drenaje (más común en los Cocker spaniels, Bulldogs y Poodles).

Cuando hay condiciones adquiridas, nos podemos encontrar con rinitis, sinusitis, traumas o lesiones craneales, cuerpos extraños en los ojos, tumores (en los párpados, conjuntiva, cavidad nasal, senos paranasales) y obstrucción del conducto lagrimal. 

Otras posibilidades que pueden causar un desbordamiento anormal de lágrimas son las aberturas a lo largo del costado de la cara debajo de la esquina del ojo cerca de la nariz o inflamación de los párpados y la conjuntiva por causas infecciosas o enfermedades inmunomediadas. 

Diagnóstico

Deberás proporcionar el historial completo de la salud de tu mascota, incluyendo incidentes que podrían haber provocado la afección. Tras realizar un examen físico completo, el veterinario podrá hacer radiografías para verificar si hay lesiones en la nariz o senos nasales. La resonancia magnética nuclear y la tomografía computarizada son herramientas útiles si se requiere de un análisis más preciso de las estructuras afectadas. 

Adicionalmente, se tomarán muestras del tejido de los ojos para un análisis en el laboratorio o si es requerido. El veterinario podrá solicitar un lavado de los conductos lagrimales para desalojar cualquier objeto extraño. Si la irritación es evidente, se puede usar un tinte de fluoresceína para evidenciar ulceraciones u objetos extraños. 

Tratamiento

El tratamiento dependerá de la causa. Inicialmente, se buscará resolver la causa de la irritación ocular. El manejo exitoso de la lesión primaria que bloquea el drenaje de lágrimas permitirá reanudar el flujo normal de lágrimas. Los pacientes con inflamación del saco nasolagrimal pueden necesitar un catéter colocado en el conducto para mantenerlo abierto y prevenir la formación de cicatrices. 

En pacientes con formación anormal del párpado, la cirugía será la mejor opción. En casos de distiquiasis, se podrá eliminar el vello mediante electrólisis. Asimismo, se recetarán ungüentos tópicos para la inflamación y posibles infecciones que contribuirán con el proceso de curación. Se colocará un collar isabelino durante la recuperación para evitar que al perro se le irrite más el ojo. 

Durante la recuperación, tendrá que visitar una vez por semana al veterinario hasta que la condición se haya resuelto. La recurrencia sucede a menudo y el seguimiento veterinario es esencial para la solución de la afección.

Los perros activos al aire libre corren el riesgo de verse afectados por cuerpos extraños en ojos.