Protrusión del párpado inferior, falta de contacto del párpado inferior con el globo ocular y exposición de la conjuntiva palpebral y el tercer párpado. Los perros también padecen un drenaje de lágrimas deficiente lo que hace que las lágrimas se derraman en la cara, descargas constantes por exposición de la conjuntiva e irritación recurrente de los ojos.

Los factores que predisponen a los perros a la caída del párpado son generalmente: 

• alteraciones genéticas relacionadas con la conformación facial
• debilidad de los músculos debajo de los ojos que mantienen el párpado tenso contra el ojo
• parálisis faciales
• crecimientos anormales del párpado
• mala cicatrización de los párpados secundaria a una lesión o después de una corrección excesiva del entropión.

Después de un examen físico exhaustivo, se podrá hacer un análisis de sangre en busca de agentes infecciosos que puedan estar causando el problema. El examen ocular con tinción de fluoresceína se utilizará para observar abrasiones u objetos extraños en el ojo. 

En mascotas con inflamación de los músculos que afectan a la masticación, la pérdida de masa en el ojo puede ocasionar la afección.

En las formas leves de la enfermedad, la lubricación del ojo o la aplicación de ungüentos con antibióticos acompañados de una buena higiene facial y ocular serán suficiente. Para pacientes gravemente afectados con irritación ocular crónica, un estiramiento facial radical servirá para corregir el trastorno. 

A medida que envejece, la afección podrá empeorar. Por tanto, periódicamente su veterinario monitoreará la salud visual de su mascota para que las infecciones en caso de estar presentes, no se agraven y los trastornos oculares relacionados puedan tratarse de inmediato.