En caso de parálisis, el tratamiento quirúrgico es el más indicado. Si presenta traumatismo en la tráquea, una traqueotomía temporal le puede salvar la vida y una traqueotomía permanente podrá mejorar su calidad de vida. En caso de cáncer, el tratamiento es variado sin embargo la extirpación quirúrgica puede aliviar la condición acompañado de radioterapia.
Tras la operación es frecuente que el gato acabe con una neumonía por aspiración
. Es una situación frecuente porque en la operación suele dejarse la laringe en la posición de “abierto” y con ello se elimina su función de protección. Normalmente después de la operación, si ésta ha sido exitosa, el gato suele volver a tener una buena calidad de vida y pronto recupera su actividad y tolerancia al ejercicio. Si se detectara que la operación ha tenido algún problema, lo mejor es volver a intervenir para solucionarlo.
En algunos casos, el gato pierde su voz después de la operación y hay que tratarlo con esteroides. Los gatos que sufran la enfermedad de la caja de la voz por cuestiones hereditarias deberían ser esterilizados para no transmitir la afección.