Encefalitis en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La encefalitis es una enfermedad provocada por una inflamación del cerebro. Es una enfermedad grave que aunque el perro la supere, suele dejar secuelas. Es similar a la meningits que se produce por la inflamación de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal.

Síntomas

Fiebre, convulsiones y cambios de comportamiento. Parálisis de la cara, disminución de la capacidad de respuesta, inclinación de la cabeza hacia cualquier lado y movimientos descoordinados.

Tamaño desigual de las pupilas y pupilas de tamaño más pequeño. 

Aunque los síntomas pueden variar según la parte del cerebro afectada, generalmente aparecen de repente y progresan rápidamente.


Causas

La causa más común es el Moquillo, la Rabia o el Herpesvirus. Son enfermedades víricas que cada vez tienen menos incidencia por el uso de las vacunas.

Tambíen podría estar causada por:

  • hongos que provocan infecciones micóticas
  • bacterias que llegan hasta el cerebro provocando la inflamación
  • ingestión de productos no adecuados como por ejemplo el plomo

Finalmente tenemos la encefalitis postvacunal que se produce puntualmente tras la vacunación con virus modificados.

Diagnóstico

El veterinario en primer lugar preguntará por la aparición de los síntomas y realizará una exploración física. Si sospechara de la encefalitis, el diagnóstico definitivo requerirá de una muestra de líquido cefalorraquídeo. Para ello deberá realizar una punción espinal y enviar el líquido al Laboratorio para su análisis. El resultado del análisis será muy importante para determinar la causa de la encefalitis y poder recetar el mejor tratamiento.


Tratamiento

El veterinario en primer lugar recetará corticoesteroides para reducir inflamación del cerebro del perro y anticonvulsivos si el perro presentara convulsiones.

En paralelo también tratará la causa que ha provocado la encefalitis. Utilizará antimicóticos si ha sido causada por hongos, antibioticos si la causa es bacteriana o tratará de eliminar los productos nocivos ingeridos.

Aunque se recupere, el perro puede seguir con secuelas neurológicas: básicamente convulsiones y descoordinación. Estas secuelas no suelen ser reversibles.