Daño pulmonar en perros por inhalación de humo
Urgencia: Atención inmediata
Pronóstico: Reservado

El humo provoca quemaduras e irritaciones en las vías respiratorias superiores y en el revestimiento de la nariz. La inhalación de monóxido de carbono afecta al suministro de oxígeno mientras que, las partículas derivadas de los materiales incinerados se adhieren a las vías respiratorias y sacos de aire en los pulmones. 

El daño provocado en el sistema respiratorio dependerá en gran medida del tiempo de exposición y el material incendiado. Tras exponerse al humo, su perro experimentará constricción de los pulmones, hinchazón de las vías respiratorias, moco, inflamación de la tráquea, hinchazón de los bronquios y finalmente acumulación de líquidos en los pulmones. 

Por lo general, quienes se exponen al humo son susceptibles a una infección bacteriana que puede ser mortal debido a que el tejido lesionado es un receptor fácil de bacterias. 

Síntomas

Olor a humo, hollín en los pasajes nasales o de garganta, respiración rápida y aumento de la profundidad de la respiración, esfuerzo de respiración que sugiere obstrucción de la vía aérea superior por hinchazón, ojos enrojecidos, tos ronca, adaptaciones posturales a la dificultad respiratoria (es decir, posicionar el cuerpo para facilitar la respiración), las membranas mucosas pueden ser de color rojo cereza, pálidas o cianóticas (azul), confusión, desmayo, vómito y shock.

Causas

Exposición al humo, partículas y/o agentes oxidantes y aldehídos.

Diagnóstico

Deberá proporcionar el historial médico de su mascota que describa cualquier evento que podría haber precedido la afección. Se realizará un perfil bioquímico, un hemograma completo y un análisis de orina. En el hemograma se detectará si los gases en la sangre están en niveles normales.

Los rayos X y el ultrasonido son métodos visuales que permitirán diagnosticar la acumulación de líquido en los pulmones. La broncoscopia es un método que emplea un tubo flexible con una cámara acoplada con el fin de observar las vías respiratorias, y de esta forma determinar la gravedad del daño ocasionado por el humo. 

Tratamiento

Inicialmente, su veterinario necesitará estabilizar la función respiratoria normal. Para lograrlo, es posible que su perro deba requerir intubación o una abertura en la tráquea. Se le administrará oxigeno inmediatamente después de la inhalación de humo. La fluidoterapia podrá requerirse en pacientes con shock para apoyar la función cardiovascular aunque siempre con precaución para evitar la acumulación de líquidos en los pulmones. En algunos casos, se harán transfusiones de sangre o plasma para añadir glóbulos blancos y rojos. 

Si hay daños en los tejidos de las vías respiratorias, adicionalmente se recetará antibióticos profilácticos para prevenir infecciones. 

La mayoría de las mascotas expuestas al humo tendrán un nivel de deterioro las primeras 24 a 48 horas y después mejorarán gradualmente, a menos que desarrollen neumonía bacteriana o síndrome de insuficiencia respiratoria aguda

El veterinario querrá monitorear la frecuencia respiratoria, color de la membrana mucosa, frecuencia cardíaca, sonido de los pulmones, volumen de células concentradas en sangre y sólidos totales en las primeras 24 a 72 horas después del incidente.