Intoxicación por monóxido de carbono en perros
Urgencia: Atención inmediata
Pronóstico: Reservado

El monóxido de carbono se libera con la combustión de diversos aparatos: coches, barbacoas, calentadores o cocinas de propano y puede ser mortal también para los perros. El peligro ocurre cuando el perro respira durante un tiempo una alta concentración de monóxido de carbono en espacios cerrados.

Síntomas

Debilidad, letargo, depresión, somnolencia, dificultad para respirar, convulsiones, aborto en animales gestantes (especialmente aquellos en el último período de gestación), sordera, movimientos descoordinados, piel de cereza y mucosidad en las membranas (por ejemplo, fosas nasales, labios, orejas y genitales).

Los síntomas con exposición crónica al monóxido de carbono incluyen: náuseas, niveles anormalmente altos de ácidos en la sangre, vómitos, tos, síntomas parecidos a la gripe, pérdida de resistencia al ejercicio y alteraciones en la marcha. Dependiendo de la concentración y la duración de la exposición del monóxido de carbono, los síntomas pueden ser de naturaleza aguda o crónica. Este envenenamiento puede llevar al coma o a la muerte.

Causas

Fugas de monóxido de carbono en espacios cerrados y sin ventilación.

Diagnóstico

El veterinario realizará preguntas para saber si ha el perro ha estado en espacios cerrados sin ventilación y una analítica de sangre.

Tratamiento

La situación requiere una reacción rápida. Lo primero es sacar al perro del lugar cerrado con alta concentración de monóxido de carbono.

Si el perro ha dejado de respirar habrá que aplicar respiración artificial para reanimarlo. Si además no tiene pulso también habrá que hacer una recuperación cardiopulmonar.

Una vez el perro empiece a recuperarse, habría que llevarlo inmediatamente al veterinario.