Coccidioidomicosis canina: infección micótica en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La coccidioidomicosis o fiebre del valle, es una infección micótica ocasionada por inhalación de esporas del género Coccidioides, que afectan inicialmente al sistema respiratorio y luego, se diseminan por el cuerpo a través del sistema linfático y los vasos sanguíneos. Se presenta tras 7 a 20 días después de la exposición. En perros susceptibles, se necesitan solo un poco de esporas para causar la infección. 

Es una enfermedad poco común pero mortal originada principalmente en las regiones áridas y cálidas.

Síntomas

Fiebre, tos, dificultad para respirar, letargo, hinchazón ósea, agrandamiento de las articulaciones y cojera. Pérdida de peso extrema con pérdida de masa muscular, ganglios linfáticos agrandados, úlceras en la piel, heridas que drenan y inflamación del iris y otras partes frontales de los ojos. 

Como resultado de este trastorno también pueden aparecer convulsiones e insuficiencia  cardíaca.

Causas

Infección por inhalación de esporas de la especie Coccidioides immitis.

Diagnóstico

Después de realizar un examen físico exhaustivo y al proporcionar el historial completo de su mascota desde la aparición de los síntomas hasta su naturaleza, el veterinario ordenará pruebas rutinarias de laboratorio a saber: recuento sanguíneo completo, un perfil bioquímico y un análisis de orina.  Los exámenes de sangre revelarán una leve anemia normocítica normocrómica y no regenerativa. En las pruebas bioquímicas es común encontrar un aumento de las concentraciones séricas de alanina aminotransferasa, apartato aminotransferasa, fosfata alcalina y bilirrubina total como indicativo de un compromiso hepático. La azoemia (niveles anormales de compuestos nitrogenados en la sangre) y la hiperfosfatemia (niveles anormalmente altos de fosfato en la sangre) pueden ser indicativos de compromiso renal. En ocasiones se observa hipercalcemia.  

Las radiografías de tórax pueden revelar anomalías como patrones intersticiales o peribronquiolares difusos. El examen fresco con KOH forma parte de la detección rutinaria de hongos en materiales biológicos ya que permite ver la doble pared. Las muestras para sus diagnósticos son procedentes de tejidos, exudados, líquido de lavado transtraqueal o broncoalveolar y liquido pleural.

Tratamiento

Se deben tratar los signos clínicos como convulsiones, dolor y tos. Mientras tanto, se debe restringir cualquier actividad de su mascota. Si un órgano es afectado gravemente por la infección  micótica, lo más recomendable es la extirpación quirúrgica. Si la enfermedad es generalizada, se puede requerir terapia anti fúngica agresiva durante al menos un año. El uso de esteroides y supresores de la tos servirán para aliviar la afección. 

Muchos perros mejoran después de la medicación oral anti fúngica no obstante, si la terapia no se sigue hasta su finalización o se acorta, su mascota puede experimentar recaídas. Su veterinario evaluará cada tres o cuatros meses los niveles de anticuerpos.