Debilidad, desequilibrio, bultos en la columna, dolor de espalda, cuello o cabeza, incontinencia urinaria o fecal, marcha descoordinada y postura anormal.
El disrafismo espinal son trastornos relacionados con el cierre incompleto del tubo neural durante el desarrollo de la médula. Esta afección provoca problemas neurológicos graves. Distinguimos los siguientes tipos de disrafismo
El disrafismo puede ser progresivo o no progresivo.
Debilidad, desequilibrio, bultos en la columna, dolor de espalda, cuello o cabeza, incontinencia urinaria o fecal, marcha descoordinada y postura anormal.
Normalmente es una enfermedad hereditaria. Es más común en Bulldog Inglés, Rhodesian Ridgeback y Weimaraner. Sin embargo, los trastornos de la médula pueden estar motivados también por infecciones, traumas o tumores.
El veterinario preguntará por la aparición de los primeros síntomas. También realizará una exploración física para comprobar reacciones neurológicas y reflejos. También podría solicitar las habituales analíticas de sangre y de orina pero los resultados serán normales.
Para un correcto diagnóstico el veterinario realizará pruebas de imagen. Los rayos X dejarán al descubierto la presión sobre la médula espinal. En algunos casos, el veterinario también podría solicitar un análisis del líquido cefalorraquídeo para descartar posibles infecciones o inflamaciones de la médula.
Si los síntomas son leves el veterinario puede decidir no hacer nada. Simplemente con antiinflamatorios para controlar el dolor y fisioterapia para mantener la movilidad podría ser suficiente. Sin embargo, en casos graves lo más adecuado será una intervención quirúrgica que permita mejorar el problema o frenar la progresión. En los casos graves, el veterinario tratará de descomprimir la médula y corregir los defectos de la columna.
El veterinario también puede prescribir medicamentos para disminuir la presión sobre la médula espinal o el cerebro.