Los síntomas más habituales son morder y un comportamiento anormal. Los gatos también pueden presentar falta de control en la micción o la defecación, maullidos excesivos, excitación y posición del cuerpo anormal.
Algunos gatos no tienen un comportamiento normal y puede confundirse con síntomas de algunas enfermedades. Normalmente un comportamiento anormal se produce como consecuencia de una inadecuada socialización del gato cuando es un cachorro. Los problemas de comportamiento más habituales surgen por:
Se traduce en
Los síntomas más habituales son morder y un comportamiento anormal. Los gatos también pueden presentar falta de control en la micción o la defecación, maullidos excesivos, excitación y posición del cuerpo anormal.
Habitualmente los problemas de comportamiento vienen de una mala sociabilización.
El veterinario preguntará por los síntomas detectados y por el historial médico. Para estar seguro de que los síntomas no corresponden a ninguna enfermedad, lo más habitual es que el veterinario solicite una analítica de sangre y de orina para conocer el estado general de salud. El veterinario también podría requerir pruebas de imagen para verificar que no exista ningún problema cerebral o sensorial (tumores,...).
Habría que acudir a un veterinario para un chequeo y descartar causas patológicas que puedan estar provocando una conducta anormal. Además, el veterinario también puede ayudar con el tratamiento de conducta y si no funcionara podría aconsejar la visita a un veterinario especializado en etología. El tratamiento suele realizarse con una mezcla de medicamentos y entrenamiento.
Para tratar al gato se deberá aplicar una terapia de modificación de conducta o de desensibilización con refuerzos positivos (premios cuando conseguimos el comportamiento deseado). Para la desensibilización hay que exponer al gato a los estímulos que provocan el problema en pequeñas dosis e ir incrementando de forma que finalmente el gato ignore lo que antes consideraba una amenaza. Y para la modificación de conducta deberemos entrenar al perro para que en vez de tener una reacción negativa tenga una reacción positiva.