Trastornos de comportamiento en gatos
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Bueno

Algunos gatos no tienen un comportamiento normal y puede confundirse con síntomas de algunas enfermedades. Normalmente un comportamiento anormal se produce como consecuencia de una inadecuada socialización del gato cuando es un cachorro. Los problemas de comportamiento más habituales surgen por:

  • Estrés que es una reacción del cuerpo ante modificaciones en el entrono. Los gatos son muy sensible y les cuesta adaptarse a situaciones como mudanzas, visitas al veterinario,...
  • Miedos y fobias que surgen frente a la inquietud a distintos estímulos (por ejemplo objetos, personas o ruidos que el gato puede percibir como peligrosos)
  • Ansiedad que es un trastorno emocional frente a un peligro indefinido. La ansiedad cuando no es tratada puede evolucionar hacia una depresión.

Se traduce en

  • Comportamiento repetitivos que se producen para reducir la tensión y el estrés del gato. Al repetir movimientos el cerebro libera endorfinas que es una sustancia similar a la morfina y produce una sensación de euforia y reduce el estrés.
  • Agresividad que suele producirse por falta de sociabilización, estrés y ansiedad.  Distinguimos entre la agresividad por miedo, por estímulos nuevos, por dolor o lesiones y por defensa territorial.
  • Problemas alimentarios que son principalmente la anorexia o la obesidad. Se estima que un tercio de los gatos son obesos y se produce como consecuencia de un consumo excesivo de alimento y una falta de ejercicio. Otros factores como la esterilización, las enfermedades hormonales o el estrés también afectan.
  • Mal uso del arenero que podría deberse a problemas emocionales o a distintas enfermedades.
  • Marcaje territorial que es una forma de comunicación mediante las feromonas del gato. El marcaje de la zona de confort del gato también se puede realizar con arañazos o con deposiciones (orina o heces). Si el gato no está esterilizado cuando se producen los marcajes, la esterilización puede hacer desaparecer el comportamiento.
Síntomas

Los síntomas más habituales son morder y un comportamiento anormal. Los gatos también pueden presentar falta de control en la micción o la defecación, maullidos excesivos, excitación y posición del cuerpo anormal.

Causas

Habitualmente los problemas de comportamiento vienen de una mala sociabilización.

Diagnóstico

El veterinario preguntará por los síntomas detectados y por el historial médico. Para estar seguro de que los síntomas no corresponden a ninguna enfermedad, lo más habitual es que el veterinario solicite una analítica de sangre y de orina para conocer el estado general de salud. El veterinario también podría requerir pruebas de imagen para verificar que no exista ningún problema cerebral o sensorial (tumores,...).

Tratamiento

Habría que acudir a un veterinario para un chequeo y descartar causas patológicas que puedan estar provocando una conducta anormal. Además, el veterinario también puede ayudar con el tratamiento de conducta y si no funcionara podría aconsejar la visita a un veterinario especializado en etología. El tratamiento suele realizarse con una mezcla de medicamentos y entrenamiento.

Para tratar al gato se deberá aplicar una terapia de modificación de conducta o de desensibilización con refuerzos positivos (premios cuando conseguimos el comportamiento deseado). Para la desensibilización hay que exponer al gato a los estímulos que provocan el problema en pequeñas dosis e ir incrementando de forma que finalmente el gato ignore lo que antes consideraba una amenaza. Y para la modificación de conducta deberemos entrenar al perro para que en vez de tener una reacción negativa tenga una reacción positiva.