Trastorno cerebral debido a una enfermedad hepática en los gatos: encefalopatía hepática
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Reservado

La encefalopatía hepática es un trastorno metabólico que afecta al sistema nervioso central. El trastorno está causado por una acumulación de amoníaco debido a la incapacidad del hígado para liberar al cuerpo de la sustancia. Este trastorno puede ser congénito o adquirido.

Síntomas

Los principales síntomas son:

  • Falta de apetito
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Aumento de sed
  • Incremento de micción
  • Orina marrón anaranjada
  • Exceso de salivación
  • Letargo o somnolencia
  • Vagabundeo y confusión
  • Problemas de aprenzaje
  • Agresión
  • Vocalización
  • Presión y dolor en la cabeza
  • La ceguera relacionada con la anormalidad del cerebro
  • Coma
  • Retraso en el crecimiento


Causas

Algunas de las causas que originan la encefalopatía hepática son: insuficiencia hepática súbdita, alcalosis, potasio bajo en sangre, antibióticos y antihistamínicos, sangrado en el intestino, infecciones, estreñimiento, trasfusiones de sangre y anomalía vascular portosistemática. 

Por último, la enfermedad también podría ser congénita y puede estar presente al nacer.

Diagnóstico

El veterinario preguntará por el historial médico y por los síntomas detectados. En la consulta empezará con una exploración física exhaustiva y también ordenará un perfil químico de sangre, un hemograma completo, análisis de orina y un panel de electrolitos para conocer el estado general de salud del gato. El veterinario podría detectar niveles altos de amoníaco en sangre o gran concentración de enzimas hepáticas como consecuencia de un mal funcionamiento del hígado.

Las imágenes de rayos X y ultrasonido permitirán al veterinario examinar visualmente el hígado. En algunos casos, el veterinario podrá hacer una biopsia para llegar a un diagnóstico concluyente.


Tratamiento

En la mayoría de los casos es necesaria la hospitalización. Se diseñará una dieta especial junto con oxigenoterapia y terapia de líquidos con electrolitos y suplementos vitamínicos. El gato debe tener reposo absoluto, alejado de cualquier perturbación y abrigado durante su recuperación. En algunos casos requerirá de alimentación por sonda. 

El veterinario recetará medicamentos que ayuden a eliminar el amoníaco y antibióticos que ayuden a reducir las bacterias intestinales que producen amoníaco. Además, hay que tratar la causa subyacente. Si es de origen congénito, la mejor opción es la cirugía para resolver shunts portosistémicos. 

El pronóstico depende de la causa subyacente y del grado de afección hepática.