Ojos secos debido a la producción insuficiente de lágrimas, enrojecimiento e inflamación de las membranas de la superficie del ojo, inflamación de los tejidos alrededor del ojo (conjuntivitis), inflamación de la córnea, temblores anormales del ojo, lesiones corneales, inflamación de las encías (gingivitis), halitosis, dificultad para masticar y úlceras en la boca. También podría presentar letargo y pérdida de apetito y peso.

Por lo general, la aparición de los síntomas asociados con el síndrome de Sjögren comienza una vez que el perro llega a la edad adulta.

Desconocidas, pero se cree que podría haber una predisposición genética. 

El veterinario primero realizará una inspección física y preguntará por el historial médico del perro y la aparición de los primeros síntomas. A continuación, normalmente solicitará un análisis de sangre, un análisis de orina y un perfil bioquímico para determinar el estado general de salud del perro.

Para el diagnóstico del síndrome de Sjögren, el veterinario normalmente realizará una prueba Schirmer para medir la cantidad de lágrimas que producen los ojos del perro. Se colocan unas tiras debajo de los ojos para medir las lágrimas. Todo lo que sea por debajo de 10 mm. se considerará una producción insuficiente de lágrimas para mantener el ojo del perro en condiciones. Normalmente los valores deberían estar entre los 15 y los 20 mm.

El principal problema de esta enfermedad son las enfermedades concurrentes que puede provocar. Hay que evitar que cause enfermedades como la queratoconjuntivitis que se caracteriza por la sequedad de los ojos y para ello se aplicarán lágrimas artificiales o pomadas oftalmológicas para mantener la humedad de los ojos y medicamentos como la pilocarpina para estimular la producción de saliva.

Para luchar contra el síndrome de Sjögren el veterinario podría recetar medicamentos inmunosupresores porque en muchas ocasiones la enfermedad está causada por factores autoinmunes en los que el propio sistema inmunológico del perro ataca las propias glándulas endocrinas provocando inflamación y reducción en la producción de lágrimas y saliva. Estos medicamentos hay que tomarlos con cautela porque tiene importantes efectos secundarios y conviene un seguimiento regular del veterinario.