Disminución de apetito, pérdida de peso, aumento de orina, aumento de sed, letargo, condición corporal deficiente y/o crecimiento anormal en animales jóvenes.
El síndrome Fanconi es una enfermedad renal rara. Afecta a los túbulos renales e impide la reabsorción de sustancias como sodio, potasio, glucosa, fosfato, bicarbonato y aminoácidos que se pierden por la orina y pueden desencadenar desequilibrios metabólicos, deshidratación o insuficiencia renal.
Se presume que es un rasgo heredado en la raza Bansenji. Por otro lado, el síndrome Fanconi idiopático se ha reportado en Terries de frontera, elkhound noruegos, Whippets, Terriers de Yorkshire, perros perdigueros de Labrador, perros pastores de Shetland y perros de razas mixtas. La edad en el momento del diagnóstico varía de 10 semanas a 11 años y la mayoría de los perros afectados desarrollan signos clínicos de aproximadamente de dos a los cuatro años.
Disminución de apetito, pérdida de peso, aumento de orina, aumento de sed, letargo, condición corporal deficiente y/o crecimiento anormal en animales jóvenes.
Heredado en el caso de los Basenji y reacción a ciertos antibióticos (gentamicina y amoxicilina) o estreptozotocina (tratamiento de quimioterapia). También puede estar causado por unas glándulas paratiroides poco activas.
El veterinario preguntará por el historial médico del perro y por los síntomas detectados. Normalmente también realizará una exploración física y ordenará un perfil químico de sangre, un hemograma completo y un análisis de orina para detectar los niveles de sodio, potasio, glucosa, fosfato, bicarbonato y aminoácidos.
Probablemente también requerirá un examen de gases en la sangre para determinar si los riñones están funcionando normalmente respecto a la absorción. En el caso de los Basenji probablemente también decida realizar pruebas genéticas para confirmar el diagnóstico.
No existe cura para la enfermedad pero si el daño renal no es grave el pronóstico será bueno. El veterinario tratará de corregir los desequilibrios para que no se vea afectada la calidad de vida del perro. Si la causa fuera la toxicidad de algún medicamento, lo primero que hará será descontinuar el uso y buscar una alternativa. El veterinario también tratará de corregir los desequilibrios con suplementos (vitamina B, bicarbonato de sodio o potasio) o con una dieta especial alta en proteínas y baja en fósforo.
El veterinario querrá controlar la bioquímica sérica del perro en intervalos de 10 a 14 días para evaluar el efecto del tratamiento. Algunos perros permanecerán estables durante años, mientras que otros desarrollarán una insuficiencia renal rápidamente en unos pocos meses. Cuando esta enfermedad es mortal, la causa de la muerte suele ser la insuficiencia renal aguda, a menudo asociada con acidosis metabólica grave.