Fiebre, dificultad para orinar, sangre en la orina, mal olor de la orina, decoloración de la orina, aumento de sed, orina frecuente, dolor en la zona abdominal o inferior de la espalda.
La pielonefritis en una infección bacteriana de la pelvis renal. Cuando los microbios ascienden, extienden una infección del tracto urinario inferior al tracto urinario superior. El bloqueo de un riñón o uréter infectado puede conllevar a complicaciones más graves como sepsis, una infección bacteriana de la sangre o causar urosepsis, una infección de la sangre que resulta de la orina descompuesta que entra en el torrente sanguíneo.
Fiebre, dificultad para orinar, sangre en la orina, mal olor de la orina, decoloración de la orina, aumento de sed, orina frecuente, dolor en la zona abdominal o inferior de la espalda.
Existen varias bacterias que pueden conducir a la pielonefritis son: Escherichia coli y Staphylococcus sp., Proteus sp., Streptococcus sp., Klebsiella sp., Enterobacter sp. o Pseudomonas sp. Normalmente la bacterias ascienden por el sistema urinario hasta llegar a la pelvis renal. Sin embargo, en ocasiones, las bacterias pueden llegar a la pelvis renal a través del sistema sanguíneo.
El veterinario preguntará por el historial médico completo del perro incluido la aparición de los primeros síntomas. El veterinario ordenará un perfil químico de sangre, un hemograma completo, un análisis de orina y un panel de electrolitos para conocer el estado general de salud del perro.
Si sospechara de la infección, veterinario también puede realizar una ecografía o una radiografía del tracto urinario (urografía excretora) para diferenciar entre una infección del tracto urinario inferior y la pielonefritis. El diagnóstico definitivo requiere de cultivos de orina obtenidos directamente de la pelvis renal.
Para el tratamiento el veterinario recetará antibióticos para combatir la infección. Con el cultivo bacteriano de la orina, el veterinario debería decidir cuál es el antibiótico más efectivo para cada cas. Una intervención quirúrgica será inevitable si el perro tiene pielonefritis en el tracto urinario superior y ha quedado obstruido. Si el veterinario detectara la presencia de cálculos renales, también podría considerar la cirugía a menos que pensara que los cálculos se puedan eliminar disolviéndolos mediante un cambio de dieta o mediante el uso de terapia de ondas para fragmentarlos.
El veterinario programará citas de seguimiento y realizará análisis de orina y cultivos de orina semanas después de que haya comenzado el tratamiento con antibióticos. Las pruebas se repetirán una vez que finaliza el ciclo de antibióticos para asegurar la recuperación.