Piedras en el tracto urinario en gatos
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Bueno

La urolitiasis es un término que se refiere a la presencia de piedras en el tracto urinario. Las piedras aparecen normalmente en los animales adultos. 

Normalmente el problema se presenta más a menudo en machos que en hembras. Según la composición de estas piedras, podemos distinguir piedras de:

  • Estruvita que son residuos de fosfato de amonio y magnesio hexahidratado. Son los cálculos más comunes en los gatos y suelen ser consecuencia de infecciones. Las bacterias provocan el incremento de enzimas que alcalinizan el pH de la orina y como consecuencia aumenta la concentración de amoníaco y dióxido de carbono.
  • Cistina que son residuos de aminoácido cistina. Encontramos la cistina que es un aminoácido muy poco soluble y va formando cristales. El aumento de cantidad de cistina en la orina (cistinuria) suele deberse a una enfermedad congénita.
  • Fosfato de calcio que son residuos de calcio que eliminan los riñones con la orina. Se produce cuando hay un exceso de calcio en la dieta y una orina ácida (con un pH bajo). Es un tipo de piedra bastante usual que hay que analizar porque a veces también puede aparecer como consecuencia de un problema de la tiroides o de un tumor.
  • Urato que se produce con acumulación y residuos de ácido úrico. También debería analizarse si existe alguna enfermedad renal o hepática subyacente.
  • Silicato que sólo se forman cuando la dieta es demasiado rica en silicatos y es algo poco habitual.


Las piedras pueden ser de distinto tamaño. Normalmente empieza con residuos en forma de grava, después se van formando pequeños cristales y acaban en piedras que pueden alcanzar algunos centímetros de tamaño y que es imposible eliminar con la orina.

Síntomas

Aunque es raro en los gatos, el síntoma más común de la urolitiasis es el esfuerzo mientras el animal está orinando. Si hay inflamación en el tracto urinario, el gato puede tener el vientre agrandado o el área que rodea la región urinaria puede estar notablemente irritada. Si los depósitos de calcio son grandes, a veces un veterinario puede sentirlos a través de la piel.

Causas

Podemos encontrar distintos factores que pueden influir en la aparición de piedras en el sistema urinario. Los más usuales son:

  • Factores genéticos
  • Poca ingesta de agua.
  • Alimentación o dieta no equilibrada
  • Infección bacteriana en las vías urinarias
  • Otras enfermedades subyacentes.
Diagnóstico

El veterinario primero realizará una palpación para ver si detecta alteraciones o dolores en la zona.

El veterinario preguntará sobre los síntomas detectados. Si se hubiese detectado la imposibilidad de orinar, el veterinario deberá intervenir inmediatamente y colocar un catéter para que pueda salir la orina y administrará líquidos y electrolitos si la circulación estuviera descompensada.

En caso de no ser una emergencia, el veterinario realizará pruebas de imagen para ver la ubicación y el tamaño de las piedras que es lo que determinará el tratamiento más adecuado. El veterinario realizará ecografías y radiografías de la zona.

También se puede detectar cristales en la orina analizando en el microscopio una pequeña muestra de orina.

Tratamiento

El tratamiento, como decíamos, dependerá de la zona dónde se encuentren los cálculos, del tamaño y de la materia que los constituya.

Normalmente, lo más fácil sería tratar de expulsar el cálculo con la orina con la ayuda de medicamentos y bebiendo mucha agua. 

Otra opción, si el tamaño no es muy grande, podría ser la urohidropropulsión que serviría para forzar la expulsión de las piedras.

Si la piedra fuera demasiado grande para ser expulsada, podría aplicarse la técnica de la litotricia extracorpórea que utiliza ondas de choque para tratar de romper las piedras en pedacitos más pequeños que después puedan ser expulsados por la orina.

Y si con todo, no consiguiéramos retirar las piedras que obstruyen el tracto urinario, deberíamos recurrir a la cirugía.

En estos casos, el pronóstico siempre es bueno a menos que encontremos alguna enfermedad subyacente grave. Lo único es que hay grandes posibilidades de recaída. Se calcula que casi la mitad de los gatos vuelven a “fabricar” piedras y por ello es muy importante que el veterinario prescriba una dieta adecuada para el gato y se tenga muy presente que es necesario una buena hidratación (el gato debe beber cuanta más agua mejor).