Pérdida de peso evidente en poco tiempo.

Podemos encontrar muchas causas y por ello un buen diagnóstico será crucial. Las causas pueden ir desde algo tan evidente como una mala alimentación hasta trastornos neurológicos que afecten a la absorción de alimentos. 

Normalmente lo primero que pensamos es en infecciones bacterianas, virales, fúngicas o parásitos. Sin embargo, también podemos encontrar causas más graves como tumores, hipertiroidismo o diabetes por ejemplo.

El veterinario preguntará por los síntomas y las fechas de los diferentes hitos para tratar de enfocar el diagnóstico. A partir de la información que le puedas dar al veterinario, el médico podrá iniciar un diagnóstico diferencial para ir descartando posibles causas del problema. Una vez tenga claro el diagnóstico, podrá prescribir el mejor tratamiento.

Normalmente además del posible tratamiento de la causa subyacente, siempre será necesario un cambio de dieta. El veterinario recetará una dieta de calidad y probablemente suplementos para que el gato recupere rápido su peso habitual.

Después será necesario un seguimiento por parte del veterinario y deberías consultar con él cualquier cambio referente a la alimentación del gato.