- Letargo
- Desgaste muscular
- Frecuencia cardíaca lenta (bradicardia)
La parada auricular es una especie de bradiarritmia de origen supraventricular en la que las aurículas dejan de contraerse. Consiste en una alteración del ritmo cardiaco caracterizada por la ausencia parcial o total de la actividad auricular y un marcapasos de la zona de la unión que origina la aparición de latidos ventriculares con ausencia de ondas P.
La parada auricular puede ser temporal, persistente o aguda por insuficiencia cardíaca que conduce la muerte.
La hipercalemia (concentraciones anormalmente altas de potasio en el torrente sanguíneo) y la miopatía auricular puede causar anormalidades en los latidos del corazón en gatos. También se podría deber a un deterioro del nódulo sinoauricular o al efecto de algunos medicamentos.
El electrocardiograma es una herramienta eficaz para confirmar la parada auricular. El perfil bioquímico servirá para detectar concentraciones altas de potasio y sodio en sangre y otras anormalidades relacionadas a enfermedades concurrentes. La ecografía ayudará a diagnosticar el tipo de enfermedad cardiaca y la gravedad de la misma.
El tratamiento dependerá de la gravedad de los síntomas. En algunos casos, la parada auricular no es una afección potencialmente mortal y no requiere de hospitalización mientras que en otros, requerirá de hospitalización inmediata.
La fluidoterapia intravenosa es necesaria cuando existen concentraciones altas de potasio o cuando el gato sufre de deshidratación. Si el ritmo cardiaco del gato no se puede retomar normalmente, se puede implantar un marcapasos que ayude a controlar la actividad anormal de las aurículas cardíacas.
El gato precisará descanso absoluto en un ambiente libre de estrés, lejos de otras mascotas y niños. Incluso con el marcapaso, los síntomas de letargo y debilidad pueden persistir. Los animales con marcapasos pueden requerir de exámenes de seguimiento regulares y electrocardiogramas periódicos para controlar la efectividad del dispositivo y ritmo cardiaco.