Neumonía Intersticial en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La neumonía intersticial es una afección caracterizada por la inflamación del intersticio pulmonar (tejido que rodea los alvéolos). Esta inflamación dificulta el intercambio de dióxido de carbono por oxígeno. La neumonía intersticial se diferencia de la neumonía porque la segunda afecta a los alvéolos y la intersticial al tejido que rodea los alvéolos.

Ciertas razas son más susceptibles a enfermedades pulmonares que desencadenan la neumonía intersticial.

Síntomas

Los síntomas varían según la gravedad de la enfermedad. Algunos síntomas que pueden aparecer en el gato incluyen taquipnea, tos, disnea, fiebre leve y secreción de los ojos. La exposición a elementos tóxicos, por ejemplo, también puede producir signos gastrointestinales, como vómitos, diarrea y una disminución de la producción de orina.

Causas

La neumonía intersticial puede ocasionarse por la bronquiolitis obliterante (enfermedad congénita que causa la inflamación de vías respiratorias y tejidos circundantes), por cáncer de pulmón, por uremia (altos niveles de urea en sangre) y por la exposición a componentes tóxicos. En otros casos, las causas son desconocidas (neumonía intersticial idiopática).

Diagnóstico

Después de proporcionar el historial médico de la mascota, en el que incluya la aparición de los síntomas de la afección, el veterinario realizará un perfil bioquímico y un hemograma completo. El veterinario también realizará una inspección física con especial atención en la auscultación de los pulmones. 

Si sospechara de la enfermedad, lo normal sería solicitar pruebas de imagen. Con una radiografía torácica o una tomografía computarizada el veterinario podrá ver si existen inflamación del tejido intersticial de los pulmones. El veterinario también podría solicitar una broncoscopía para tener más información.

Finalmente podría ser necesario un análisis de tejido pulmonar cuando el diagnóstico no estuviera claro. El veterinario podría solicitar un lavado traqueal, que consiste en tomar muestras de líquidos y sustancias que recubren la tráquea, o una biopsia pulmonar.

Tratamiento

Si el gato tiene problemas para respirar, tendrá que ser hospitalizado inmediatamente para recibir terapia de oxígeno. El gato también podría necesitar fluidoterapia para mantener el equilibrio electrolítico y la hidratación.

Para la recuperación se deberá restringir el ejercicio de la mascota y la exposición a materiales y sustancias tóxicas que pueda inhalar. El veterinario podría recetar antibióticos, antifúngicos o antiparasitarios si la causa fuera una infección. Para facilitar la respiración del gato, el veterinario también podría recetar broncodilatadores o corticosteroides si detectara una excesiva inflamación de los pulmones. 

Se programarán visitas de seguimiento para evaluar la progresión de la afección pulmonar.