Los síntomas varían según la gravedad de la enfermedad. Algunos síntomas que pueden aparecer en el gato incluyen taquipnea, tos, disnea, fiebre leve y secreción de los ojos. La exposición a elementos tóxicos, por ejemplo, también puede producir signos gastrointestinales, como vómitos, diarrea y una disminución de la producción de orina.