Inflamación del esófago en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La esofagitis ocurre cuando los ácidos estomacales pasan por el canal esofágico y causan irritación en el revestimiento del tejido del esófago. Los gatos jóvenes nacidos con anomalías esofágicas congénitas tienen mayor riesgo en padecer esofagitis, aunque también los gatos más viejos que están siendo tratados con anestesia para cirugía pueden desarrollar esta condición.

Síntomas
  • Pérdida de apetito y de peso
  • Regurgitación
  • Aumento de los movimientos de deglución
  • Dificultad para tragar
  • Dolor altragar. El gato puede extender su cabeza y cuello durante la deglución
  • Aumento secreciones bucales
  • Renuencia a moverse o acostarse
  • Tos
  • Fiebre


Causas

Algunas de las causas comunes de la esofagitis son: reflujo de los contenidos gástricos y/o intestinales, ingestión accidental de sustancias químicas irritantes, infecciones, vómito crónico y cuerpo extraño que queda en el esófago después de cualquier intervención quirúrgica.

Diagnóstico

Debe proporcionar un historial completo a su veterinario, indicando la aparición y naturaleza de los síntomas, así como cualquier posible incidente que pueda haber precedido esta condición. Las pruebas de laboratorio de rutina incluirán un hemograma completo, un perfil bioquímico y un análisis de orina. El análisis por rayos X o ultrasonidos puede ayudar en el diagnóstico de la esofagitis. Mediante la endoscopia, su veterinario puede mirar directamente hacia el esófago, tomar muestras para la biopsia y extirpar un cuerpo extraño, si es necesario. 

Un estudio avanzado de radiografía llamado radiografía con contraste de bario puede revelar cambios en el esófago debido a la inflamación, en donde el sulfato de bario se administra por vía oral y las partículas suspendidas en el canal esofágico facilita la observación del revestimiento del tejido del esófago.  

Tratamiento

En caso de sufrir esofagitis leve, se puede tratar a la mascota como paciente ambulatorio. No obstante, si el gato sufre complicaciones como la neumonía, deberá ser hospitalizado para recibir tratamiento y cuidados intensivos. Con frecuencia se requieren de antibióticos para tratar la neumonía en los pacientes afectados, pero no siempre es así. 

El pronóstico es bueno cuando la esofagitis se reconoce y se trata de manera rápida y agresiva. Distinto es cuando la condición ha avanzado al punto de que el esófago se ha estrechado, allí el pronóstico suele ser muy malo. Por unos días, el veterinario podría recomendar retener el agua y alimentos para poder recuperar la normalidad en la zona. Mientras tanto podría nutrirlo por vía intravenosa. 

Cuando el gato pueda ingerir alimentos nuevamente, se le suministrará alimentos suaves y altamente nutritivos. Se necesitará de controles de seguimiento y exámenes de endoscopia para verificar la mejoría del esófago.