Aunque los síntomas pueden variar según la porción del cerebro afectada, suelen aparecer repentinamente y son rápidamente progresivos. Los síntomas más típicos son:
- Fiebre
- Convulsiones
- Cambios de comportamiento
- Disminución de la capacidad de respuesta
- Inclinación lateral de la cabeza
- Parálisis de la cara
- Movimientos descoordinados o en círculos
- Tamaño desigual de las pupilas (anisocoria)
- Pupilas puntiformes de menor tamaño
- Disminución de la conciencia, que puede empeorar a medida que la enfermedad progresa