Moquillo felino
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Malo

Se trata de una enfermedad muy seria y contagiosa provocada por un virus de la familia del sarampión. Afecta principalmente al aparato respiratorio, al sistema digestivo y al sistema nervioso en los casos más graves. 

Los gatitos jóvenes aún no vacunados y los gatos mayores no inmunizados tienden a ser más susceptibles a la enfermedad.

El moquillo puede transmitirse a través de fluidos de animales infectados o del agua o comida que hayan ingerido. El virus se incuba durante 14 o 18 días en el interior del gato. Poco a poco van apareciendo los síntomas.

La mejor prevención de esta enfermedad es la vacunación regular y la separación inmediata de los gatos afectados. Insistimos en que hay que tener un especial cuidado con los gatitos una vez pasado el periodo lactante, donde están protegidos por la inmunidad de la leche materna.

Síntomas
  • Deshidratación
  • Fiebre
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Pérdida de peso
  • Pelo áspero
  • Pérdida de hambre
  • Falta de coordinación


Causas

Contagio del virus.

Diagnóstico

El Moquillo felino se diagnostica con pruebas bioquímicas y análisis de orina, que también pueden revelar un número reducido de linfocitos, los glóbulos blancos que funcionan en el sistema inmune en las etapas iniciales de la enfermedad (linfopenia).

Una prueba de serología puede identificar anticuerpos positivos, pero esta prueba no puede distinguir entre anticuerpos de vacunación y una exposición a un virus virulento.

El pelo, la mucosa nasal y el epitelio de la almohadilla plantar también pueden analizarse para detectar anticuerpos.

Las radiografías solo se pueden usar para determinar si un animal infectado contrajo neumonía. La tomografía computarizada (TC) y las imágenes de resonancia magnética (IRM) pueden usarse para examinar el cerebro en busca de lesiones que puedan haberse desarrollado.

Tratamiento

Aún no existe un tratamiento que permita eliminar el virus cuando la enfermedad ya se ha manifestado. El único tratamiento consiste en aliviar los síntomas: evitar la deshidratación y prevenir las posibles infecciones secundarias. Se deben limpiar los ojos y nariz con regularidad. Si se presentan convulsiones, estas pueden controlarse con fenobarbital y bromuro de potasio. 

En las etapas más agudas es necesario controlar el desarrollo de neumonía o deshidratación por diarrea. Las posibilidades de un gato de sobrevivir al moquillo felino dependerán de la fuerza del virus y, sobre todo de la robustez de su sistema inmunitario.