Si el gato está grave deberá ser hospitalizado. Probablemente necesitará una terapia de fluidos con vitamina B y si ha perdido mucho peso necesitará alimentarlo con sonda.
Durante el tratamiento el gato deberá restringir su actividad física y estar siempre caliente. Se recetarán medicamentos para reducir la acumulación de líquidos en el abdomen y tratar la infección.
Deberás modificar la dieta del gato y establecer una que sea baja en sodio y complementarla con tiamina y vitaminas.
Es necesario un seguimiento para asegurar la correcta evolución del tratamiento. El veterinario programará visitas de seguimiento en función de la gravedad.