El perro necesitará de tratamiento hospitalario si presenta signos de insuficiencia hepática y dependerá del tipo y de la naturaleza, si ésta es aguda o crónica.
Es una enfermedad que debe tratarse porque un exceso de cobre puede destruir las células del hígado y provocar daños en los nervios. Por suerte, en la mayoría de los casos, un cambio en la dieta por alimentos bajo en cobre suele ser suficiente. Igualmente, debe evitar proporcionarle suplementos minerales que contengan cobre. El veterinario también puede proporcionarle medicamentos y/o suplementos nutricionales (por ejemplo, zinc) que ayudan a eliminar el cobre del cuerpo.
Se realizarán análisis de sangre cada cuatro a seis meses para controlar los niveles de enzimas hepáticas del perro y los niveles de zinc. Si el perro está tomando un suplemento de zinc conviene hacer seguimiento puesto que un exceso puede producir toxicidad. El veterinario también puede pedirle que controle el peso corporal de su perro.
En raras ocasiones, será necesario repetir una biopsia de hígado para controlar el efecto del tratamiento.