El veterinario primero preguntará por el historial médico y los síntomas, antecedentes, cambios en el comportamiento o posibles accidentes producidos recientemente. Después, normalmente realizará pruebas estándar de laboratorio que incluyen conteo sanguíneo completo, perfil bioquímico y análisis de orina. El análisis de sangre puede revelar anemia regenerativa.
El veterinario tomará muestras de líquido del abdomen y tórax por punción quirúrgica (abdominocentesis y pericardiocentesis respectivamente) y ordenará un análisis citológico. La sangre que se puede encuentrar en la muestra de líquido suele ser un signo de hemangiosarcoma. La abdominocentesis y la pericardiocentesis también servirán para extraer el exceso de líquido y que el perro pueda estar más cómodo.
El registro por electrocardiograma se utilizará para examinar las corrientes eléctricas en el corazón y mostrará cualquier anomalía en la conducción eléctrica. El veterinario también podrá necesitar una muestra de tejido de la masa para la biopsia.
El diagnostico visual por radiografía y ecografía de las cavidades torácica y abdominal son herramientas esenciales que dejarán ver variaciones en el tamaño y la estructura cardíaca. Mediante la ecocardiografía se confirmará la presencia de líquido, anormalidades estructurales del corazón, la presencia de una masa tumoral y otras características de los tumores de corazón.