La principal causa para el mal olor y la frecuencia de gases en un gato es la ingesta de una dieta de mala calidad o elaborada con algún producto que le produzca alergia.
El cambio de dieta es otro aspecto que puede generar un aumento de las flatulencias durante una temporada aunque con el tiempo debería estabilizarse.
Las digestiones difíciles también generan flatulencias y por ello habría que eliminar los alimentos difíciles de digerir como soja, grasas, especias, productos lácteos,… Asimismo, engullir alimentos o comer demasiado rápido también dificulta la digestión. Y también se han evidenciado problemas en gatos con aumento de la frecuencia respiratoria o alimentarse poco después del ejercicio.
Finalmente, detrás de las flatulencias podría haber una enfermedad gastrointestinal aguda y crónica. Otras causas que pueden generar flatulencia excesiva son el síndrome del intestino irritable, parásitos, inflamación del intestino y el crecimiento excesivo del tejido intestinal.