Fístula arteriovenosa intrahepática en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La fístula arteriovenosa (AV) intrahepática es un pasaje no normal entre las arterias hepáticas y las venas porta del hígado interno. Es una afección hereditaria, aunque también puede desarrollarse por un traumatismo, 

Precisa un diagnóstico adecuado pues se trata de una enfermedad aguda. El tratamiento será ambulatorio e incluirá dieta planificada y control a largo plazo.


Síntomas

Los gatos que sufren de fístula AV pueden mostrar letargo, anorexia, vómitos, diarrea, pérdida de peso, sed excesiva (polidipsia), demencia e hinchazón abdominal. 

Existen otros signos de fístula AV, como por ejemplo:

  • Líquido en el abdomen
  • Hemorragias
  • Coagulación anormal de la vena porta (trombosis)
  • Pérdida de proteínas en el riñón
  • Cirrosis
  • Hidrocefalia
  • Epilepsia idiopática
  • Trastornos metabólicos
  • Degeneración cerebral
Causas

Esta enfermedad es una malformación vascular determinada por los genes durante la etapa embrionaria. No hay una raza que tenga una mayor predisposición a padecerla. Suele presentarse en gatos jóvenes. No obstante, los traumas o el crecimiento tumoral o neoplasia y las lesiones quirúrgicas pueden provocar también esta afección.

Diagnóstico

Las pruebas necesarias para un diagnóstico completo son, por un lado un hemograma completo, pruebas de coagulación y un análisis de orina. El veterinario analizará las enzimas hepáticas para evaluar que el hígado funcione correctamente. Se podrían realizar pruebas más específicas como análisis del líquido abdominal (peritoneal), evaluación de ácidos biliares (secreción digestiva del hígado) y biopsias hepáticas.

También serán necesarias pruebas de imagen. Las ecografías permiten ver la estructura del hígado y el flujo sanguíneo. El Doppler también muestra el flujo sanguíneo en tiempo real. La angiografía también serviría para ver el flujo sanguíneo detallado con la ayuda de un medio de contraste. Y si todavía no tuviéramos un diagnóstico claro, se podrían realizar laparotomías mediante incisiones en la pared abdominal.


Tratamiento

Es posible que se requiera cirugía pero en general, esta dolencia se trata en casa con cuidados de enfermería. Tiene que cuidarse la dieta, en especial la ingesta de nitrógeno y sodio. Hay que cuidar mucho la hidratación. El veterinario puede recetar medicamentos con histaminas para reducir la presión arterial y diuréticos para aliviar el exceso de líquido. 

En caso de ser necesaria la intervención quirúrgica, el veterinario podrá optar por la ligadura de la fístula o la embolización con un catéter para bloquear el paso de sangre de la arteria a la vena.

El pronóstico normalmente es bueno si el tratamiento se inicia pronto. En caso de que la fístula haya ocasionado complicaciones en el hígado el pronóstico será reservado.