En la mayoría de los casos, el tratamiento ambulatorio es adecuado para ambas afecciones oculares. El hipopión requiere de un tratamiento agresivo para la uveítis y su causa subyacente. Es importante saber que las probabilidades de ceguera en estos casos son altas. Según la causa subyacente, el veterinario puede recetar antibióticos si hay infección, quimioterapia para linfomas,...
Para tratar correctamente el brote lipídico, tendrá que corregirse también la uveítis y, en caso de ser causado por hiperlipidemia, será necesario cambiar la dieta por una baja en grasas y calorías.
Adicionalmente, se podrían suministrar medicamentos antiinflamatorios para aliviar la inflamación y la hinchazón.
Dos o tres días después del tratamiento inicial, el veterinario monitoreará la presión intraocular. La frecuencia de las revisiones posteriores estará determinada por la gravedad de la afección y la respuesta de la mascota al tratamiento. En casos de brote lipídicos, el pronóstico es bueno y por lo general, el gato responde rápidamente a la terapia antiinflamatoria moderada.