Diabetes mellitus con Síndrome hiperosmolar en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La diabetes mellitus es un trastorno en el cual los niveles de azúcar o glucosa en la sangre son elevados porque el páncreas no es capaz de producir suficiente insulina. En ocasiones puntuales, la acumulación de azúcar en sangre se produce porque el cuerpo no responde a la insulina. La insulina es una hormona polipeptídica del páncreas que permite que el azúcar o glucosa pase de la sangre a las células. 

La glucosa es la fuente de energía para las células de los tejidos y los músculos y también para el cerebro. La glucosa se obtiene principalmente con la descomposición de los carbohidratos que ingiere el perro. La glucosa circula por el torrente sanguíneo y llega a todo el organismo como fuente de energía. La insulina se produce en el páncreas y se va liberando para que las células puedan absorber la glucosa. El páncreas aumenta la producción de insulina después de comer para utilizar el aumento de glucosa en sangre. En caso de que las células no necesitaran tanta energía, el exceso de glucosa se almacenará en los músculos y el hígado en forma de glucógeno. En caso de que baje el nivel de glucosa, el páncreas en vez de insulina liberará glucagón que estimulará la liberación de la glucosa acumulada en el hígado para que el cuerpo puede cubrir sus necesidades energéticas.

Cuando se complica la diabetes mellitus puede llevar al síndrome hiperosmolar que se caracteriza por una hiperglucemia aguda, deshidratación extrema y alteración de la consciencia por culpa de los desequilibrios metabólicos.

Síntomas

Sin otros problemas paralelos, los perros enfermos presentan aumento de sed y de orina y aumento de apetito sin aumento de peso, letargo y cataratas.

La diabetes mellitus con otros problemas puede presentar vómitos, depresión, pocas ganas de comer y de realizar las actividades habituales, convulsiones, confusión, pérdida de la conciencia y en casos extremos coma sin respuesta a estímulos y la incapacidad para ser despertado.

Causas

La diabetes mellitus normalmente está causada por factores genéticos, infecciones, enfermedades autoinmune, pancreatitis u obesidad. La diabetes mellitus con síndrome hiperosmolar se produce normalmente por complicaciones de la diabetes mellitus. El síndrome hiperosmolar en alguna ocasión podría estar causado por infecciones o uso de algunos medicamentos.


Diagnóstico

Teniendo en cuenta el historial médico del perro, el veterinario realizará un recuento sanguíneo completo, un perfil bioquímico y un análisis de orina. Los resultados de las pruebas evidenciarán unos niveles altos de azúcar en la sangre, y a su vez el equilibrio de agua y electrolitos permitirá determinar el funcionamiento de los órganos internos y otras enfermedades asociadas que puedan estar agravando la diabetes del perro.

La diabetes mellitus podría ir acompañada de cetoacidosis pero no es habitual en los casos extremos del síndrome Hipersomolar.

Tratamiento

Se someterá al perro a una dieta especial y a una terapia de insulina, vía oral o inyectada. La hospitalización es necesaria en caso de que el perro presente síntomas de deshidratación y depresión, hasta lograr que se estabilicen los niveles de azúcar mediante dietas especiales e insulina. 

En caso que el perro presente convulsiones o tenga poca energía, se requerirá de la hospitalización inmediata en la unidad de cuidados intensivos durante varios días, en donde se le administrar líquidos y electrolitos intravenosos. Además, su perro recibirá insulina y medicamentos para controlar los vómitos u otros síntomas. 

Se programarán citas de seguimiento frecuentes para control y seguimiento del tratamiento. La mayoría de los perros necesitará insulina y alimentos especiales por el resto de su vida. Muy pocos perros diabéticos volverán atrás a perros no diabéticos. El veterinario decidirá si puede tomar insulina por vía oral o tiene que ser inyectada, en cuyo caso explicará cómo poner las inyecciones en casa. No se debe administrar insulina ni cambiar las dosis sin antes consultar con el veterinario. 

Se recomienda estar pendiente de los cambios de apetito o de comportamiento del perro para un correcto seguimiento. En caso de cambios se recomienda acudir al veterinario. Y para evitar la deshidratación, convulsiones o coma a causa de la diabetes, es aconsejable cumplir con un horario de comida regular y consultar al veterinario sobre las dosis necesarias de insulina en cada momento.