Se someterá a una dieta especial y terapia de insulina, vía oral o inyectada. La hospitalización es necesaria en caso de que su mascota presente síntomas de deshidratación y depresión, hasta lograr que se estabilicen los niveles de azúcar mediante dietas especiales e insulina.
En casos de que su mascota presente convulsiones o tenga poca energía, se requerirá de la hospitalización inmediata en la unidad de cuidados intensivos durante varios días, en donde se le administrar líquidos y electrolitos intravenosos. Además, su perro recibirá insulina y medicamentos para controlar los vómitos u otros síntomas.
Se programará citas de seguimiento frecuentes para control y seguimiento del tratamiento. La mayoría de los perros necesitará insulina y alimentos especiales por el resto de su vida. Muy pocos perros diabéticos volverán atrás a perros no diabéticos. El veterinario decidirá si puede tomar insulina por vía oral o tiene que ser inyectada, en cuyo caso te ayudará a saber poner las inyecciones. No administre insulina ni cambie las dosis sin antes consultar con el veterinario.
Controle los cambios de apetito o comportamiento de su perro, inclusive los niveles de energía. Para evitar la deshidratación, convulsiones o comas a causa de la diabetes, cumpla con un horario de dieta regular y asista a consulta veterinaria para garantizar la administración de la dosis correcta de insulina.
Acude al veterinario ante cualquier cambio de comportamiento que puedas detectar en tu perro.