Alopecia, pelaje débil y seco, puntos negros o espinillas, aspecto anormal de la piel de pezones, vulva, prepucio, testículos, ovarios y próstata. Inflamación del pabellón auditivo e incontinencia urinaria.

Los problemas hormonales que normalmente provocan problemas cutáneos son el hiperestrogenismo o el hipoestrogenismo, el síndrome de Cushing o el hipotiroidismo.

Para un correcto diagnóstico de los problemas de piel, el veterinario normalmente recurrirá a raspados que permiten un análisis en el microscopio, la lámpara de Wood que detecta hongos y las pruebas cutáneas para detectar alergias.

Sin embargo en este caso no servirían para nada porque tal como hemos dicho se trata de un desequilibrio hormonal. Por lo tanto lo principal es realizar un completo análisis de sangre para detectar los volumenes de las distintas hormonas.

Para solucionar el problema, el veterinario en principio modificará la dieta en función del desequilibrio detectado y también recetará los suplementos o medicamentos que el perro pueda necesitar. Si el desequilibrio pudiera poner en peligro la vida del perro, entonces será hospitalizado y tratado con una terapia de fluídos.