Derrame pericárdico en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

El derrame pericárdico es una acumulación excesiva de líquido en el pericardio (saco que rodea al corazón) caracterizada por el incremento de la presión intrapericárdica que dificulta la capacidad de bombear sangre que podría llegar a ser mortal si se llega a la condición conocida como taponamiento cardíaco. 

Como resultado, el corazón presenta un gasto cardíaco más bajo, conduciendo a una insuficiencia cardíaca congestiva del lado derecho, hipotensión, ascitis (líquido en el abdomen) y un shock o colapso

Síntomas

Vómito, anorexia, encías pálidas, distensión abdominal, intolerancia al ejercicio, letargo, desmayo o colapso, dificultad respiratoria, aumento de la frecuencia respiratoria y/o aumento de la frecuencia cardíaca.

Causas

El derrame pericárdico puede ocurrir tras una pericarditis, una infección del pericardio, un traumatismo o enfermedades sistémicas como la insuficiencia cardíaca congestiva o la hipoalbuminemia. También, podría ser que no hubiera ninguna causa subyacente y que el derrame pericárdico fuera un trastorno con el que nació el perro. 

Se estima que el 90% de los derrames son idiopáticos o secundarios a un proceso neoplásico.

Diagnóstico

Tras proporcionar el historial médico completo de la salud del perro, el veterinario realizará un examen físico acompañado de un perfil químico sanguíneo, hemograma completo, análisis de orina y panel de electrolitos para descartar o confirmar el cáncer y/o agentes infecciosos como causantes del derrame. Si la acumulación del líquido es provocado por cáncer o infecciones, se tomará una muestra del líquido para identificar el origen de los mismos. 

Al mismo tiempo, se realizarán radiografías y ecocardiografías para observar cualquier anomalía característica de la enfermedad. Con la radiografía podrá observarse un aumento de la silueta cardíaca que, en casos graves, adopta una forma esférica. La ecocardiografía es una técnica más sensible que permite identificar fácilmente la presencia de un derrame pericárdico. Por su parte, el electrocardiograma sirve para apoyar el diagnóstico de derrame pericárdico mediante la medición de la conductancia eléctrica del corazón que mostrará un patrón distintivo si hay taponamiento cardíaco. 

Tratamiento

En perros con derrames recurrentes, la pericardiocentesis es el tratamiento más aconsejable para evitar el taponamiento cardíaco (retirar el líquido con una aguja para aliviar la presión sobre el corazón). Los perros con dificultad respiratoria necesitarán de oxigenoterapia para estabilizar la situación. En paralelo el veterinario tratará de solucionar la causa subyacente. Si detectara infecciones, probablemente decida recetar antibióticos, o si la causa fuera un tumor podría decidir operar para extirparlo si fuera posible o un tratamiento con quimio. Y finalmente, para tratar la insuficiencia cardíaca, el veterinario también podría recetar diuréticos o antiarrítmicos.

Los perros con problemas recurrentes de derrame pericárdico pueden optar por extraer el pericardio (pericardiectomía). Si el perro fuese sometido a una pericardiectomía, sería necesario mantenar limpia la incisión para evitar el ataque de microrganismos oportunistas.

Habría que restringir la actividad física del perro mientras se recupera. De ser necesario, podría descansar en jaula, lejos de niños y otras mascotas.