Asintomático normalmente hasta etapas avanzadas. Entonces presenta debilidad, letargo, pérdida de apetito, pérdida de peso, sed excesiva, vómitos, diarreas, hemorragias, abdomen hinchado, dolor abdominal y palidez o ictericia.
El cáncer de hígado puede ser primario o originado en el hígado o metástasico o diseminado desde otros órganos.
Dentro de los tumores primarios, nos encontramos el carcinoma hepatocelular que es el más común y representa más del 50% de todos los tipos de tumores hepáticos malignos. También nos podemos encontrar tumores primarios como:
Y por su parte, los tumores metastásicos de hígado suelen venir de zonas próxima como el bazo, el páncreas o el sistema gastrointestinal
Asintomático normalmente hasta etapas avanzadas. Entonces presenta debilidad, letargo, pérdida de apetito, pérdida de peso, sed excesiva, vómitos, diarreas, hemorragias, abdomen hinchado, dolor abdominal y palidez o ictericia.
Normalmente no hay causas definidas para el desarrollo del cáncer pero sí factores de riesgo como:
Tras el examen físico, tomando en consideración el historial médico de la mascota, el veterinario ordenará un perfil químico de sangre, un conteo sanguíneo completo y un análisis de orina. En el análisis de sangre, el veterinario podrá evaluar posibles anemias o un alto recuento de glóbulos blancos que indicaran presencia de una infección.
Si el veterinario sospechara de un tumor de hígado, realizaría pruebas de imagen para detectar masas y posible metástasis. Debería utilizar ecografías, radiografías y/o resonancia magnética.
Para confirmar el diagnóstico, normalmente se tomarán muestras de células del hígado por aspiración con aguja fina para analizar con el microscopio. En caso de que el resultado no sea claro, entonces habrá que realizar una biopsia del tejido hepático.
En primera instancia, se recomienda la extirpación quirúrgica del tumor; hasta el 75% del hígado puede extirparse sin una pérdida pronunciada de la función. La quimioterapia está indicada tan sólo en algunos tipos de tumores.
Los tumores de hígado difusos y nodulares tienen un mal pronóstico. Si existe evidencia de la diseminación del cáncer a otros órganos abdominales o a los pulmones, por desgracia la esperanza de vida del gato será muy baja.