Falta de apetito, desmayo, debilidad y hasta vómitos. Aunque la mayoría de los perros afectados no muestran síntomas.
El bloqueo auriculoventricular de segundo grado también conocido como bloqueo auriculoventricular de segundo grado Mobitz tipo I es una afección que ocurre cuando la conducción eléctrica dentro del nodo auriculoventricular se retrasa.
El nódulo sinusal, también llamado sinoatrial (SA), de Keith y Flack o marcapasos del corazón, está ubicado en la parte posterosuperior de la aurícula derecha, en la entrada de la vena cava superior. Desde el nódulo sinusal, el impulso eléctrico se desplaza, diseminándose por las aurículas a través de las vías internodales, produciendo la despolarización auricular y su consecuente contracción. La onda eléctrica llega luego al nódulo auriculoventricular (AV) o de Aschoff-Tawara ubicada en el lado izquierdo de la aurícula derecha que también tiene una inervación simpática y parasimpática. La onda eléctrica sufre una pausa en el nódulo auriculoventricular de unos 0’13 segundos y el impulso se disemina a través de un haz de fibras llamado haz de His desde donde se envía a los ventrículos ocasionando la contracción ventricular.
Generalmente, los perros con esta afección no muestran signos y parecen estar en perfecto estado de salud. Las razas Cocker spaniels y perros salchichas mayores pueden presentar esta condición cardíaca.
Falta de apetito, desmayo, debilidad y hasta vómitos. Aunque la mayoría de los perros afectados no muestran síntomas.
La digoxina, el betanecol, la fisostigmina y la pilocarpina pueden predisponer a algunos animales al bloqueo AV de segundo grado. La neoplasia en el corazón, bajo nivel de calcio o enfermedades que no están directamente relacionadas con el corazón, pueden propiciar la alteración de la conducción eléctrica.
Tendrá que proporcionar un historial completo de la salud de su mascota. Su veterinario realizará un perfil químico sanguíneo y un conteo sanguíneo completo para descartar tumores, trastornos gastrointestinales, presión alta en los ojos y enfermedades de las vías respiratorias superiores.
Las radiografías pueden ayudar a detectar algunos de los trastornos mencionados. El registro del electrocardiograma servirá para examinar las corrientes eléctricas en los músculos del corazón y puede revelar cualquier anomalía en la conducción eléctrica.
La prueba de respuesta a la atropina es una forma de detección de la acción de disparo del nodo sinoauricular y conducción del nodo auriculoventricular e indicará si la enfermedad se origina en el corazón.
El tratamiento a seguir dependerá de la enfermedad subyacente que esté causando el bloqueo auriculoventricular de segundo grado. Generalmente, los perros afectados estarán sanos y no necesitarán ningún tratamiento.
Su veterinario le indicará un régimen especial de alimento y los tipos de actividades que puede realizar su mascota para tratar efectivamente la causa subyacente de la enfermedad.