Latido cardíaco irregular, tos, respiración rápida, desmayos, acumulación de líquido en el abdomen y puede llevar a la muerte súbita.

Es hereditaria aunque se desconoce el gen portador.

Deberá proporcionar la historia completa de la salud de su mascota indicando la aparición de los síntomas y los antecedentes familiares que posea. A partir de estos datos, el veterinario ordenará un análisis completo de sangre y una radiografía de tórax para determinar si hay agrandamiento o cualquier otra evidencia de insuficiencia cardiaca. 

El electrocardiograma o ECG, ecografía del corazón y ecografía abdominal servirán para descartar una estenosis aortica, bloqueo arterial, enfermedad cardíaca subyacente o una enfermedad abdominal. 

El tratamiento inicial busca la normalización de los latidos del corazón y el tratamiento de los síntomas. Lo principal es evitar la muerte súbita común en estos casos de arritmias. El tratamiento resulta complicado cuando los síntomas no son obvios, y los medicamentos recetados para tratar la afección pueden provocan arritmias cardiacas en vez de reducirlas. Algunos perros responden favorablemente a los medicamentos contra estas cardiopatías pero en caso de que no fuera así habría cambiar la medicación hasta encontrar algo que funcionara.

Para determinar la gravedad de la arritmia es necesario utilizar un aparato de monitorización que después también servirá para verificar el funcionamiento del tratamiento.

Se recomienda hacer un electrocardiograma una vez al año para ver cómo funciona el corazón. En caso de que su mascota tenga difusión sistólica, condición con un pronóstico pobre, el perro puede ver mejoría si se le es administrada L-carnitina para mejorar el funcionamiento del cuerpo.