Anomalía del eje de la uretra en gatos
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Bueno

Existe una anomalía congénita llamada ureter ectópico que es muy poco frecuente en gatos. En dicha anomalía, uno o ambos uréteres se desplazan hacia la uretra en los machos o la vagina en las hembras. El ureter es el tubo que lleva la orina desde los riñones hasta la vejiga. Debido a esta enfermedad, los gatos con uréter ectópico padecen incontinencia urinaria. 

La ectopía bilateral afecta por igual a los dos uréteres y la unilateral, solo a uno.

Síntomas

Esta condición es rara y cuando se presenta puede ser asintomática, sin problemas aparentes de micción. Cuando los síntomas son aparentes, a menudo se presentan como incontinencia ocasional o continua, e inflamación de la vagina (vaginitis) por la orina que escalda el tejido vaginal, infecciones urinarias recurrentes, dolor al orinar y orina en la sangre.

Causas

Causas hereditarias

Diagnóstico

Se utilizará una técnica llamada uretrocistoscopia: mediante la inserción de un tubo con cámara se examina la vejiga del gato para determinar la abertura hacia la uretra o la vagina. 

También se buscarán perforaciones en la estructura de la uretra denominadas fenestraciones uretrales y otras anomalías como estrías, depresiones y abultamientos. Mediante rayos X se podrá ser aún más preciso. 

Gracias a la perfilometría de la presión uretral se miden las variaciones de la superficie con el fin de detectar el mal comportamiento del esfínter. Ahora bien, si el uréter está desplazado los resultados de esta prueba pueden no ser fiables.

Tratamiento

Un uréter ectópico precisa una intervención quirúrgica, mediante la cual se abre una nueva abertura uretral en la vejiga. Si el ureter ectópico hubiese provocado el bloqueo o infección del riñón también podría plantearse la extirpación. Después de la cirugía, el veterinario debe realizar un seguimiento completo. Una prueba para ello es la inyección del colorante, que permitirá la inspección ocular del lugar donde se ha practicado la cirugía. 

En las hembras se puede elevar la vagina para sostener el cuello de la vejiga, en el punto donde se unen la uretra y la vejiga usando la técnica de coloposuspensión. Así se corrige la incontinencia. Si esta persiste, se prescribirá fenilpropanolamina que es un antibloqueante para mejorar el flujo urinario y, al mismo tiempo aliviar la tensión y el dolor. La terapia hormonal reproductiva puede provocar un aumento de la sensibilidad natural de los receptores de respuesta al estrés de la uretra. 

Para el control del músculo uretral de las gatas esterilizadas se administrará estrógeno no estoroideo (Diethylstilbestrol). Una terapia de estrógeno y fenilropanolamina puede controlar la incontinencia de mantera más efectiva. 

Para los machos con problemas de incontinencia, se recetará terapia con esteróides. El propionato de testosterona se pude administrar al principio para una mayor efectividad. Para una terapia a más largo plazo se recetará cipionato de testosterona.